Visto bueno definitivo a los Presupuestos de Castilla y León para 2024 sin enmiendas de la oposición>

Termina así un periodo de tramitación en el que apenas han sufrido modificaciones sobre lo que salió del acuerdo plasmado en los segundos Presupuestos del Gobierno de coalición de PP y Vox allá por febrero. De hecho, con alguna mínima salvedad, los únicos partidos que han logrado sacar adelante los retoques aplicados, a la par que tumbado una tras otra las más de 2.000 enmiendas de los grupos de la oposición que llegaban vivas al debate definitivo, han sido PP y Vox.

Y, sí, mucho parlamentar, pero para salir igual que habían entrado en lo que alguno ha calificado como «día de la marmota». Sin ni una enmienda del resto de partidos ni en el articulado, ni en Economía, Sanidad, Familia, Agricultura, Movilidad, Cultura... Los «mismos argumentos» esgrimidos y repetidos durante este tiempo en defensa de esas peticiones son los que han servicio a los dos partidos de la coalición para no dar cabida a las pretensiones del resto, en unos Presupuestos que han defendido según están. Por más que avanzada la mañana, desde el PP instasen incluso al procurador de Por Ávila, Pedro Pascual, a «mantener la esperanza». «El más optimista», como se autodefinía el procurador abulense, ha ido poco a poco perdiendo esa «esperanza» a la que ha apelado casi cada vez que tomaba la palabra, aunque luego consciente de estar casi ante una «película de la que ya sabes el final».

Y ya por la tarde, con el letargo después de comer y el tiempo transcurrido y acumulado, hasta más monotonía en la una sesión que, como ha reconocido alguno, estaba siendo «muy larga». Y todo para llegar al mismo punto del que habían partido: aprobación de las Cuentas más elevadas de la historia de la Comunidad, estiradas en más de un 5,4 por ciento, hasta los 14.562 millones de euros.

Quizá el debate de más guante blanco, con Por Ávila, también en parte suavizado en el cara a cara con los partidos «localistas» y «regionalistas» encarnados por UPL y Soria ¡Ya!, los únicos que en la tramitación previa habían logrado 'colar' alguna de sus peticiones, y hasta ahí su ilusión. Y entre lo duro y la «sorpresa» a la reiterada llamada del procurador de Podemos, Pablo Fernández, a pedir «respeto». Por la mañana se ausentó en un debate y sus enmiendas decaída.

Y por la tarde ha «causado baja por enfermedad», según ha dado a conocer su compañero en el Grupo Mixto, Francisco Igea, con lo que el resto de sus propuesta tampoco se han debatido ni votado. El ex de Ciudadanos y exvicepresidente de la Junta en la anterior legislatura ha protagonizado otro de los momentos de la tediosa sesión, cuando ha derramado unas lágrimas al ver por enésima vez cómo sus palabras no tenían respuesta por parte de quienes hace poco más de dos años eran sus socios, el PP.

«Todos los presentes queremos a este Pablo Fernández, que debate sin levantar la voto ni faltas de respeto», valoraba poco antes de parar la sesión matinal el procurador de Vox, José Antonio Palomo, a quien los tres procuradores del Grupo Mixto valoraban el «tono y cordialidad».

Y con un modelo diferente de principio a fin, ni agua a las propuestas del Grupo Socialista, el mayoritario de la oposición en la Cámara.