Los españoles se jubilan casi con 65 años y medio, uno más que en 2019
La edad real de jubilación no ha parado de subir en los últimos años al ritmo que también lo ha hecho la legal, fijada ahora en los 66 años y ocho meses, para quienes tengan menos de 38 años y tres meses cotizados; o los 65 años, para quienes sí acrediten carreras de cotización por encima de esa referencia temporal. Pero más allá de esta condición, incluida desde la reforma que puso en marcha José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, lo que verdaderamente está ajustando el momento en el que los trabajadores se retiran de su actividad porque cada vez son más quienes aplazan esa decisión después de los 65; y cada vez menos los que lo hacen de forma anticipada para evitar las penalizaciones de la Seguridad Social.

Edad real de la jubilación
En años
65,3
65,2
65,1
64,8
64,7
64,5
64,4
64
2019
20
21
22
23
24
25
(junio)
Tipos de jubilación
En porcentaje sobre el total
29%
Anticipada
19,50%
Con penalización
71%
Ordinaria
11,40%
Demorada
Fuente: Seguridad Social / ABC

Edad real de la jubilación
En años
65,3
65,2
65,1
64,8
64,7
64,5
64,4
64
2019
2020
2021
2022
2023
2024
2025
(junio)
Tipos de jubilación
En porcentaje sobre el total
29%
71%
Anticipada
Ordinaria
19,50%
11,40%
Con penalización
Demorada
Fuente: Seguridad Social / ABC
El caso de la jubilación demorada, como se denomina a quienes prolongan su vida laboral más allá del momento en el que pueden retirarse, es el hecho más relevante de lo que está ocurriendo entre quienes tienen más de 65 años. El 11,4% de los trabajadores que se pueden jubilar optan por esta vía de forma voluntaria. En 2019 no alcanzaba ni el 5% del total. Ahora lo hacen bajo el cobijo del sistema por el que se les bonifica con un cheque de entre 4.800 y 13.500 euros, o una cuantía proporcional. No es una obligación, y ni siquiera está generalizado, pero cada vez hay más profesiones que deciden seguir por sus condiciones de trabajo, como ocurre entre los médicos, abogados o economistas.
Por otro lado, lo que antes era una tónica más generalizada, la jubilación anticipada de miles de trabajadores, va perdiendo fuelle por las restricciones actuales. El 29% de las altas en el sistema de jubilación son de esta tipología. Es una cifra aún importante, pero muy inferior al 40% que llegaron a representar –incluso en algunos meses la mitad de las jubilaciones– en los peores años de la recesión y prácticamente hasta 2020.
Los cambios en la legislación, con las reformas del exministro José Luis Escrivá, también están dejándose notar al aplicar un sistema que penaliza el anticipo por meses y no por trimestres como ocurría antes. El recorte máximo de la pensión puede alcanzar el 21%, y el mínimo es de un 2,8%, dependiendo del momento que se elija. Con estas nuevas reglas, la mayor parte de los trabajadores están optando por seguir trabajando hasta la edad que les corresponde. De hecho, el 72% de las jubilaciones se producen cuando les toca, según la norma, frente al 60% que lo hacía así hace seis años.
Además, los cambios incorporados a lo largo de estos últimos ejercicios con las reformas también han condicionado el hecho de que una parte de los empleados se mantengan en sus puestos de trabajo hasta alcanzar los requisitos mínimos, como la ampliación de los años que la Seguridad Social toma como referencia para calcular el importe de la pensión, al pasar de los 15 años previos al retiro a los 25 años actuales.
13.500 millones al mes
A pesar de que todas las reformas puestas en marcha buscan elevar la edad de jubilación real, este cambio no es suficiente, por ahora, para sostener las cuentas del sistema. Solo en junio la Seguridad Social ha destinado 13.588 millones de euros al pago de todas las prestaciones del sistema (fundamentalmente las de jubilación, pero también viudedad, orfandad e incapacidad), una cuantía que no para de crecer y que se aproxima, en medio año, a los 100.000 millones de euros. La previsión es que a lo largo de 2025 se acerque a los 200.000 millones.
La dinámica en la que se encuentran esas cuentas provoca que mientras que el número de pensiones ha crecido un 1,6% el último año, la cuantía a abonar de todas esas prestaciones se ha incrementado más de un 6%, lo que amplía la brecha al tener unas pensiones cada vez más elevadas, que tensan el sistema de reparto. Por eso, el Estado sigue inyectando dinero a la Seguridad Social para garantizar su abono. En concreto, la media de jubilación se encuentra ya en los 1.506 euros al mes. En el caso de trabajadores del régimen general, asciende a 1.665 euros, mientras que las de los autónomos superan los 1.009 euros.