En el Hogar Casa Belén, que cuenta con 10 plazas públicas, viven niños de entre 0 y 6 años, con graves enfermedades. Allí reciben una atención individual, en función de sus necesidades, cuando no pueden estar con su familia o en acogimiento familiar.
La consejera de Familia y Asuntos Sociales, Ana Dávila, visitó este dispositivo y puso en valor el compromiso de los profesionales que trabajan allí, con estos menores que sufren patologías neurológicas, respiratorias o metabólicas: «Han encontrado en las Hermanas de la Caridad una familia. Es satisfactorio comprobar el cariño y los cuidados que ofrecen a los pequeños y comprobar la calidez de hogar que son capaces de generar, al primar la alegría y la tranquilidad, a pesar de las dificultades que viven».
En el último año, dos menores del centro han pasado a una familia de acogida y un bebé ha sido adoptado. En el Hogar Casa Belén también se trabaja con las familias de origen de los pequeños para fomentar esta relación, con el fin de que reconozcan quiénes son sus progenitores y lograr así un mejor desarrollo emocional, al tiempo que se permite que los padres tomen conciencia de la enfermedad que padecen sus hijos, acudiendo con ellos a citas médicas. En el caso de no tener contacto con sus padres, se busca una figura de referencia del centro que pueda asumir esta faceta y con la que el niño se sienta único y querido.
El recurso cuenta con una zona residencial, salas de estimulación y rehabilitación, y un amplio jardín donde poder realizar actividades al aire libre para trabajar la psicomotricidad, favoreciendo asimismo que vivan en condiciones similares a las familiares.
Recientemente, el Gobierno regional aprobó un programa de acogimiento familiar especializado con dedicación exclusiva, un plan pionero para grupos de tres o más hermanos, o para menores con discapacidad, trastornos de conducta o daño emocional tutelados por la Comunidad de Madrid. Este programa está dotado con 2,9 millones de euros.
En la actualidad, hay 4.000 menores bajo tutela de la Comunidad de Madrid. De ellos, 1.700 se encuentran en acogimiento residencial, y 2.300 en programas con familias.