El salario medio andaluz es casi un 12% más bajo que la media de España

A pesar de esta subida, que ha supuesto una ganancia para los asalariados de 555 euros al año y que ha marcado un máximo histórico, la diferencia es sustancial con el resto del país. En concreto de 237 euros al mes, un cantidad que para muchas familias suponen los costes fijos de agua, luz y gas o la factura del supermercado. Si hablamos de la pérdida en un año, la cifra se eleva a 2.848 euros, con los que se podrían pagar hasta cuatro meses de la hipoteca o del alquiler.

El informe de Adecco, basado en datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral y de Eurostat, indica claramente que lejos de reducirse, esa brecha entre los trabajadores andaluces y el conjunto de los españoles es todavía mayor. Hace una década era de un 10% y hoy es de casi el 12%. Y tal como evoluciona, esa realidad está muy lejos de revertirse. En este último año el salario medio en la comunidad aumentó menos que la media nacional –un punto porcentual menos–.

De los tres grandes sectores económicos, la industria continúa siendo el que ofrece las remuneraciones más elevadas de Andalucía, con 1.984 euros brutos mensuales, una cifra que alcanza un récord histórico tanto para el sector como para la zona. En comparación con el sueldo medio, es un 13,3% superior o lo que es lo mismo, los operarios industriales perciben 233 euros más que los de otros ámbitos.

El sector servicios se sitúa en el segundo escalafón, con una media de 1.725 euros brutos al mes. En este caso, la cifra es un 1,5% inferior al promedio, lo que equivale a ingresar 25 euros menos.

El tercer puesto es para los profesionales de la construcción, que se estanca en los 1.700 euros brutos mensuales, un 2,9% menos que la media. Este caso es paradigmático, dada la gran demanda que existe en el mercado de estos trabajadores, que cada vez son más especializados. También llama la atención que es el único sector en el que se reduce el importe. La construcción no presentaba una caída interanual en su salario medio desde 2018.

Además de esta progresión, los tres sectores mostraron un promedio inferior al del resto del país, donde en el caso de los servicios y la industria, las remuneraciones rondaron los 2.000 euros al mes, pero es especialmente en la construcción donde hay una clara divergencia. Esa disparidad es del 9,3%, lo que suponen 175 euros menos al mes si el tajo cuando el tajo está en Andalucía.

El coste de la vida

La evolución salarial en la comunidad tiene tintes más preocupantes cuando se compara con el coste de la vida. Al analizar la remuneración media de los distintos sectores de la economía entre 2019 y 2024, el salario en la industria andaluza perdió un 1,3% en términos reales (ya que su aumento fue inferior al crecimiento de los precios al consumo). Es una pérdida del poder de compra de dos puntos porcentuales con respecto al deterioro del salario medio industrial del conjunto de España, que perdió un 3,3%. Además, de entre todas las autonomías, la remuneración andaluza para la industria fue la que menos poder de compra perdió .

Al mismo tiempo, la construcción perdió un 7,4% de poder adquisitivo en esta comunidad, siendo el sector más afectado. Son 3,8 puntos porcentuales más de la pérdida a nivel nacional.

Por último, el sector servicios mostró una pérdida del 1,6%. Es el que menos difiere en comparación con la media nacional del respectivo sector, encontrándose 1,5 puntos porcentuales por encima.

La situación de los jóvenes

Uno de los datos más preocupantes es el estancamiento salarial es la situación entre los menores de 30 años. Según un reciente informe de la Fundación PwC y el Círculo de Empresarios, los jóvenes son el único grupo de edad que no ha recuperado su nivel salarial desde la crisis de 2008. Mientras el salario medio ha subido un 18% en los últimos 15 años, el de los jóvenes apenas supera los 1.100 euros mensuales, indica el informe de Adecco.

La precariedad, la sobrecualificación y el retraso en el acceso a empleos estables lastran sus perspectivas. «Esta brecha no solo afecta al consumo y al ahorro, sino que tiene efectos directos en la natalidad, el acceso a la vivienda y la sostenibilidad del sistema de pensiones», señala entre sus conclusiones.

El aumento del SMI a 1.184 euros en 2025 representa un incremento acumulado del 80,7% desde 2016. Esta medida, que ha contribuido a reducir la desigualdad en los tramos más bajos, ha generado tensiones significativas en el tejido empresarial, especialmente en las pymes a las que les cuesta cumplir con el objetivo.