El doble fracaso de Sánchez en la 'operación Espadas': perdió la alcaldía de Sevilla y aupó a Juanma Moreno a la mayoría absoluta
En el PSOE andaluz se cuentan las horas para que la vicepresidenta María Jesús Montero haga oficial lo que es ya una evidencia, que será la candidata oficialista para dirigir el PSOE de Andalucía tras la retirada, este martes, de Juan Espadas. Será este mismo miércoles -en un encuentro con la militancia esta tarde en Sevilla- cuando la también ministra de Hacienda desvele lo que ya es de dominio público: que ella es la elegida por Pedro Sánchez para sustituir a Espadas en un proceso de primarias en el que, en teoría, es la militancia la que tiene la última palabra.
El nombre de Montero ha sonado de forma reiterada en los últimos años y, todavía más, en los últimos meses como el recambio natural de Espadas y como la solución ¿definitiva? a la crisis que ha hundido a la mayor federación socialista en sus peores resultados electorales hasta perder casi todo el poder territorial que un día fue casi absoluto.
Pero la operación Montero recuerda, y mucho, a la que en 2021 promovió la cúpula del PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza, para finiquitar políticamente a Susana Díaz tras la traumática pérdida de la Junta de Andalucía después de 37 años de gobiernos socialistas ininterrumpidos.
De hecho, la operación Montero es la segunda intervención de Sánchez y Ferraz en el PSOE-A. La primera fue, precisamente, la que colocó a Espadas al frente del partido y ha resultado un fiasco monumental a tenor de los resultados: un hundimiento electoral sin precedentes, con derrotas humillantes y encadenadas y, en contraposición, un Partido Popular que ha visto cómo se disparaban sus opciones desde que desembarcó en la Junta en diciembre de 2018 y hasta lograr una histórica mayoría absoluta.
Entonces, como ahora, Ferraz ha diseñado cuidadosamente la estrategia de relevo en el PSOE andaluz, aunque en 2021 encontró mayor resistencia por parte de Susana Díaz y tuvo que emplearse aún más a fondo. Hasta el secretario de Organización de entonces y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, tuvo que fajarse y participar personalmente en el proceso para asegurarle a Espadas los apoyos que necesitaba.
Aquella operación, aunque venía de lejos y era el epílogo de la vieja rivalidad entre Sánchez y Díaz, se inició formalmente en enero de 2021, el día 14, con la visita de Ábalos a la entonces secretaria general del PSOE andaluz en la sede de la calle San Vicente de Sevilla.
Oficialmente, el tema a abordar eran los presupuestos generales y las inversiones en Sevilla pero, en realidad, en aquella reunión Ábalos, por encargo de Sánchez, le mostró a la ex presidenta la puerta de salida del partido ofreciéndole a cambio de su retirada la presidencia del Senado y advirtiéndole que lo perdería todo si se resistía.
Ábalos no estuvo solo en Sevilla, sino que llegó acompañado de su fiel asesor Koldo García, ambos hoy imputados en la trama de corrupción que cobraba comisiones por la venta de mascarillas y el supuesto amaño de otras adjudicaciones públicas.
A diferencia de lo ocurrido ahora con Espadas, que ha cedido a las presiones, Susana Díaz decidió plantar batalla y enfrentarse al candidato elegido por Ferraz, que no fue otro que el entonces alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
Antes de dar el paso y anunciar oficialmente su intención de optar a la Secretaría General, se alzaron voces destacadas del partido que señalaron las cualidades de Espadas para dirigir el PSOE-A. Por ejemplo, la del vicepresidente del Congreso y miembro de la ejecutiva federal, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, considerado uno de los muñidores de aquel plan que desembocó en las elecciones primarias celebradas en junio de ese año y que Espadas ganó con el 55% de los votos.
Derrotas encadenas
Aquel éxito fue solo el preludio del doble fracaso que cosechó la operación Espadas impulsada por Ferraz. Tras unos meses en los que se aferró a la Alcaldía de Sevilla, terminó cediendo el puesto a su hombre de confianza en el Consistorio, Antonio Muñoz, que se convirtió en un alcalde fugaz. Apenas gobernó un año y medio y, tras las elecciones municipales de 2023, fue desbancado por el candidato del Partido Popular, José Luis Sanz.
Con la derrota de Muñoz, en cuya campaña se implicó directamente Espadas y hasta Sánchez, el PSOE perdió la que hasta ese momento era el ayuntamiento más importante gobernado por los socialistas en todo el país, un duro y simbólico golpe que se sumó a las derrotas que ya acumulaba el PSOE-A en la nueva etapa tras la marcha de Díaz.
La mayor, y la más dolorosa, le llegó a Espadas apenas un año después de hacerse con las riendas del socialismo andaluz. Juanma Moreno adelantó las elecciones autonómicas a junio de 2022 y rentabilizó tanto la primera legislatura de su gobierno (en coalición con Ciudadanos) como la debilidad del oponente, al que vapuleó consiguiendo no solo una victoria inédita -en diciembre de 2018 el PSOE ganó, aunque no pudo gobernar- sobre los socialistas, sino una mayoría absoluta incontestable de 58 diputados (43% de los votos). El PSOE obtuvo el 24% de los votos, su peor dato.
En las generales, el PSOE se recuperó algo, hasta el 33,48%, pero las europeas de 2024 volvieron a certificar el hundimiento socialista, con poco más del 32% frente al 38% del PP, que culminó su ciclo triunfal.