Una vez incorporado el dato de julio, desde enero han sido 55,5 millones de turistas extranjeros los que han visitado España, lo que adelanta complicaciones para alcanzar el hito estadístico. Preocupa y mucho los datos de julio en cuanto a llegada de británicos, alemanes y franceses, nuestros tres principales mercados. Mientras los viajes de los primeros apenas han aumentado un 0,71% en julio respecto al mismo mes del año pasado, los germanos han caído un 4,83% y los galos un 3,14%.
Se trata de descensos en nacionalidades clave (entre los tres aportaron 4,7 millones de turistas en julio, el 43% del total) que no se producían en época estival desde 2019 (exceptuando el impás de la pandemia). En ese desplome mucho tiene que ver el incremento de precios de alojamientos y establecimientos hoteleros, en paralelo a la fuerte competencia que otras potencias turísticas del mediterráneo como Turquía y Croacia están ejercitando para atraer a visitantes desde el Norte de Europa.
De cara a agosto también se espera un enfriamiento de los datos parecido al de julio. «Se ha notado una pequeña desaceleración» asegura a este periódico Carlos Abella, secretario general de Mesa del Turismo. Pero según el experto donde se deja notar más ese efecto es en el turismo nacional «y básicamente en el turismo familiar».
El portavoz de la asociación que representa a algunas de las empresas más importantes del sector turístico, asegura que esa pérdida de movimientos nacionales lo está notando sobre todo la restauración, pero también los alojamientos. «Creemos que vamos a ver reducida la estancia media, el número de días de de estancia y probablemente también el gasto», adelanta el experto.
El verano más caro
Es la respuesta que los españoles están dando al verano más caro de la historia en el que si bien no han renunciado a las vacaciones, sí que han decidido disfrutarlas de una manera más comedida. Y la tregua parece lejana. Abella cree que pese a la congelación de la demanda desde el exterior, los precios no van a bajar y como mucho tenderán a moderarse. «Se contendrán en algunos lugares y en otros las subidas se moderarán, pero todavía estamos dentro de unas tarifas abordables».
Desde la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) también valoran de forma positiva el desarrollo de la temporada alta turística y recuerdan que aún queda por delante el mes de septiembre, «un periodo cada vez más relevante en las vacaciones de los españoles». En conversación con este periódico, José Manuel Lastra, vicepresidente primero de CEAV, apunta a que la patronal mantiene su previsión de crecimiento de ventas por encima del 5% para el verano y en ese avance mucho tiene que ver la preferencia que ha cobrado para el turista nacional viajar fuera de España para protegerse de los altos precios en territorio patrio. Lastra reconoce que mientras que los viajes de los españoles dentro del país se están estabilizando, fuera de nuestras fronteras la demanda se disparó un 12% el año pasado y esa inercia se está manteniendo durante el 2025. «¿Puede tener que ver el tema del precio? Ni lo negamos ni lo afirmamos rotundamente, pero no está existiendo un incremento bestial como se está comentando».
Desde CEAV además señalan que las agencias de viajes han tenido que hacer frente a incidencias en la red ferroviaria que han obligado a reprogramar viajes, «una circunstancia que se repite últimamente con frecuencia y que afecta tanto a la operativa diaria de las agencias como a la imagen del país como destino turístico».
Volviendo al turista extranjero, los datos hasta julio sugieren serias dificultades para alcanzar el hito de los 100 millones de turistas, que parecía factible a principios de año, tras llegar a los 94 millones el año pasado, según el INE. «Este año podemos estar en torno entre a los 97-98 millones de turistas tal y como pintan las previsiones» pronostica Abella, que añade como otro condicionante para la pérdida de demanda a los distintos incendios acontecidos, sobre todo, en el norte de España, «donde últimamente el turismo está creciendo más en porcentaje respecto al sol y playa». Con todo, Abella recuerda que el sector está en una etapa de atraer turistas de calidad que gasten y menos centrada en la cantidad.