Trump descarta ser una amenaza para la democracia al retomar su campaña tras el intento de asesinato: "No soy en absoluto extremista"

Donald Trump celebró este sábado su primer mitin de campaña hacia las elecciones presidenciales de Estados Unidos desde que fue víctima de un intento de asesinato, y desestimó las preocupaciones de que su liderazgo tildado de extremista sea una amenaza para la democracia.

"La semana pasada recibí un balazo por la democracia", dijo el ex presidente en medio de la ovación de unos 12.000 espectadores en Grand Rapids, Míchigan (noreste), un "estado fundamental" que ganó en 2016 pero que Biden le arrebató en 2020.

"Fue hace exactamente una semana, incluso hasta la hora, incluso hasta el minuto", dijo Trump a la multitud, reflexionando sobre el tiroteo del 13 de julio en Pensilvania en que terminó con una oreja ensangrentada, con la muerte de uno de sus seguidores y con otros espectadores dos heridos.

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"No soy en absoluto extremista", insistió Trump para descartar sus supuestos vínculos con el "Proyecto 2025", un manifiesto radical liderado por figuras cercanas a él que ha sido descrito por sus opositores como una lista de deseos autoritaria y derechista.

El candidato republicano apareció con un vendaje más pequeño que el que le cubrió la oreja en los últimos días, y fue aclamado por la multitud.

Los asistentes debían pasar por un detector de metales al ingresar a la arena, pero la presencia de seguridad en el interior parecía consistente con eventos anteriores.

Después de mostrarse inusualmente apagado y emotivo durante la convención republicana, Trump volvió a su estilo habitual de hacer campaña, insultando a sus rivales demócratas, repitiendo sus mentiras sobre las elecciones de 2020 y salpicando su discurso con chistes que provocaron la risa de una audiencia entusiasta.

Trump prometió "un maremoto monumental" a favor de los republicanos en los comicios de noviembre, se burló de los demócratas "que no saben quién es su candidato" y aseguró que el presidente Joe Biden, quien enfrenta duras criticas sobre su aptitud física y mental para seguir en campaña, es un "estúpido" y tiene un coeficiente intelectual de "50, 60 o 70".

En un discurso de casi dos horas, renovó su diatriba contra los inmigrantes, a quienes acusa de los peores crímenes, y prometió la "mayor operación de expulsión" en la historia de Estados Unidos.

El ex presidente buscaba consolidar su base de seguidores en una región que ha sufrido una grave desindustrialización en ciudades como Detroit.

Antes habló su compañero de fórmula, el senador J.D. Vance, originario del vecino estado de Ohio, quien enfiló baterías contra la vicepresidenta Kamala Harris, un nombre que suena para reemplazar la candidatura de Biden si se decide a renunciar.

"Me resulta difícil creer que hace una semana un asesino intentó quitarle la vida a Donald Trump, y ahora tenemos una numerosa muchedumbre en Michigan para darle la bienvenida nuevamente a la campaña electoral", destacó Vance antes de la llegada de Trump.

"Serví en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos y comencé un negocio. ¿Qué has hecho además de cobrar un cheque?", dijo sobre la ex senadora de California.

Tras el mitin, la campaña Biden-Harris acusó a Trump de "vender las mismas mentiras (y) hacer la misma campaña de venganza y represalia".

La otra cara de la moneda

En la otra orilla, Biden, de 81 años, y su equipo de campaña se han mantenido públicamente firmes en que permanecerá en la carrera, aunque algunos informes sugieren que han comenzado discusiones en su círculo íntimo sobre cómo exactamente podría hacerse a un lado debido a su salud física y mental.

Ha habido muchas especulaciones sobre quién podría reemplazarlo. Como vicepresidenta, Harris parece estar mejor posicionada para esa tarea.

La influyente senadora demócrata Elizabeth Warren dijo a la cadena MSNBC que le da "mucha esperanza" que si Biden "decide dar un paso atrás, tengamos a la vicepresidenta Kamala Harris, que está lista para dar un paso al frente, unir al partido, enfrentarse a Donald Trump y ganar en noviembre".

Algunos demócratas, sin embargo, temen que un cambio de candidato tan tardío pueda desencadenar el caos y condenar al partido al fracaso en las urnas.

Según el diario The Washington Post, Biden perdió incluso el apoyo del influyente Barack Obama, de quien fue vicepresidente y quien también cree que debería "considerar seriamente la viabilidad de su candidatura", según allegados al expresidente (2009-2017).

Unos 20 legisladores demócratas ya hicieron el mismo pedido públicamente.

Unidad entre republicanos

Una salida de Biden de la carrera podría, de todos modos, desestabilizar a los republicanos, que se verían obligados a revisar su estrategia electoral, ampliamente detallada durante los cuatro días de la convención realizada esta semana en Milwaukee.

Hasta ahora, el estado de salud de Biden es eje central en la campaña republicana y las piezas de propaganda electoral con un presidente que comete gafes, tartamudea o se tropieza, se multiplican.

Con 78 años, Trump se cuidó de atacar a Biden por su estado de salud el jueves durante su discurso en la convención, en la cual fue oficialmente nominado como candidato.

El candidato presidencial republicano, el ex presidente de EE.UU. Donald Trump habla durante un mitin de campaña en el Van Andel Arena el 20 de julio de 2024 en Grand Rapids, Michigan. El acto de campaña de Trump es el primer acto conjunto con su reciente candidato a la vicepresidencia, el senador republicano J.D. Vance, y el primer mitin de campaña desde el intento de asesinato que sufrió en su mitin de Butler, Pensilvania.
Primer acto conjunto de Trump con su reciente candidato a la vicepresidencia, el senador republicano J.D. Vance y tras atentado en Pensilvania.ANNA MONEYMAKER | GETTY | AFP

Los argumentos podrían volverse en su contra si la actual vicepresidenta Harris, de 59 años, se convierte en su rival.

Mientras tanto, Donald Trump está de suerte y saborea los reveses de los demócratas.

No solo sobrevivió a un intento de asesinato el 13 de julio, sino que se anuló el caso abierto en su contra por una presunta mala gestión de documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca en enero de 2021.

Su imagen tras el ataque, con el rostro ensangrentado y un puño en alto mientras era retirado por agentes del Servicio Secreto, recorrió el mundo y reforzó su figura de hombre fuerte.

También obtuvo esta semana el apoyo de los líderes de su partido, incluyendo sus antiguos rivales en la interna, sin fisuras.

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos se realizarán el 5 de noviembre.