Desesperación y temor en la frontera México-EEUU tras las primeras medidas de Trump: "No tengo ni país"

De nada sirvieron los golpes y palmadas en el trasero que recibió la piñata de Donald Trump frente al muro que separa la mexicana Tijuana y la californiana San Diego. Los activistas proemigrantes y los propios protagonistas de esta odisea contemporánea fabularon con esta especie de exorcismo junto a la playa tantas veces cruzada en pos del sueño americano, la que llaman la esquina de Latinoamérica.