Así es el supercohete New Glenn con el que Jeff Bezos competirá con Elon Musk

En la carrera espacial del siglo XXI los hombres más ricos del planeta tienen sus propios supercohetes. Y el de Jeff Bezos, denominado New Glenn en homenaje al primer astronauta de la NASA que orbitó la Tierra, está a punto de hacer su vuelo inaugural.

Un test que el magnate estadounidense, propietario de la empresa aeroespacial Blue Origin, planeaba llevar a cabo antes de que acabase 2024, pero que por diversas razones ha ido posponiéndose. Según la última actualización de la compañía, el lanzamiento ha sido programado para este domingo 12 de enero a las 7 horas (en la Península), 1 horas en Florida (EEUU). La ventana de lanzamiento durará tres horas.

El mal estado de la mar impidió que este imponente cohete parcialmente reutilizable, de 98 metros de altura y siete de diámetro, fuera lanzado el viernes 10 de enero, como se había anunciado esta misma semana. Y es que aunque el objetivo principal de este test de prueba es orbitar de forma segura, también se va a intentar recuperar la primera etapa del cohete, que debe regresar de forma controlada y aterrizar en una plataforma marítima en el Atlántico. "Aterrizar el propulsor en nuestro primer intento en alta mar es ambicioso, pero vamos a por ello", ha señalado en la red social el director de Blue Origin, Dave Limp.

Si las condiciones del océano no lo impiden, el cohete despegará desde la plataforma de lanzamiento 36 de la Estación de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral, llevando como carga útil el Blue Ring Pathfinder de la compañía. Se trata de una plataforma diseñada para llevar satélites a diferentes órbitas.

"Este es nuestro primer vuelo y nos hemos preparado rigurosamente para ello. Pero ninguna prueba en tierra ni simulaciones de misión pueden reemplazar el vuelo de este cohete. Es hora de volar", ha declarado Jarrett Jones, vicepresidente senior de New Glenn. "No importa lo que suceda, aprenderemos, perfeccionaremos y aplicaremos ese conocimiento en nuestro próximo lanzamiento".

Para saber más

Al igual que el Falcon 9 o el Starship de SpaceX, el New Glenn ha sido diseñado para que su primera etapa sea reciclable. Una innovación que está permitiendo abaratar el tradicionalmente alto coste los lanzamientos espaciales.

Tal y como asegura la compañía, la primera etapa reutilizable está diseñada para operar durante 25 misiones y está propulsada por siete de los motores BE-4 de Blue Origin, que son los motores de su clase más potentes que se han desarrollado -están alimentados por oxígeno líquido y gas natural licuado-. La segunda etapa del vehículo está propulsada por dos motores BE-3U de oxígeno líquido /hidrógeno líquido.

Jeff Bezos anunció en 2016 el programa para desarrollar este gran lanzador, cuyo primer vuelo inaugural se estableció para 2020 pero como es habitual en el sector espacial, ha sufrido retrasos. Con el New Glenn, el multimillonario pretende poner en órbita cargas de gran tamaño y competir con el Starship de su rival, Elon Musk. Entre los posibles usos de este lanzador privado figuran misiones de la NASA, naves espaciales, satélites de internet de Amazon o componentes de la futura estación espacial que Blue Origin quiere construir junto a otras empresas.

Hasta ahora, los lanzamientos de Blue Origin han usado un cohete mucho más pequeño y suborbital, el New Shepard. Este lanzador, también parcialmente reutilizable, ha llevado a cabo una veintena de vuelos con turistas que han experimentado durante unos minutos la ingravidez. El propio Bezos fue en julio de 2021 uno de los pasajeros de uno de estos vuelos de 10 minutos de duración que subió hasta los 107 kilómetros de altura. Le acompañaron su hermano mark, la piloto Wally Funk y el estudiante Oliver Daemen. "Ha sido el mejor día de mi vida", aseguró el el fundador de Amazon y propietario del Washington Post tras bajar de la nave.

Con el New Glenn, el fundador de Amazon y propietario del Washington Post irá más allá y entrará en la liga de los operadores de cohetes que pueden hacer vuelos orbitales, compitiendo directamente con SpaceX, cuya prueba del supercohete Starship casi coincide con la de Blue Origin.

Starship

De hecho, probablemente al día siguiente del vuelo del New Glenn veremos la séptima prueba del Starship, de 121 metros, que está desarrollando SpaceX, la empresa de su rival, Elon Musk. Los test de vuelo de este gran cohete, el mayor y más potente del mundo junto con el Space Launch System (SLS) que la NASA ha construido para las misione a la Luna, se realizan desde las instalaciones de SpaceX en Texas.

El vehículo espacial Starship está compuesto por un cohete Falcon Heavy y un por una cápsula, también llamada Starship. Durante su quinto vuelo del Starship, realizado el pasado 13 de octubre, la empresa consiguió capturar la primera fase del cohete, que regresó a la Tierra de forma controlada. Un hito que no logró repetir en el sexto vuelo. El séptimo test será también el primero en el que se intente desplegar una carga útil, en concreto 10 simuladores de satélites Starlink, con tamaño y peso similar al de los satélites de esta red de comunicaciones. Otro de los objetivos es volver a encender un motor Raptor durante el tiempo que esté en el espacio.

Para 2025, se pretenden llevar a cabo en total 25 vuelos de prueba del Starship. El objetivo de Musk es usar este cohete para misiones a la Luna y Marte. De hecho, el módulo lunar con el que astronautas de la NASA volverán a la superficie lunar será una adaptación del Starship.