Defensa sostiene que el veto a Israel no pone en riesgo ningún programa militar
La secretaria de Estado dice que la tecnología israelí será sustituida por aplicaciones españolas o de terceros países
Y con sus explicaciones y argumentos, la ministra de Defensa, Margarita Robles, no ha logrado contentar a ninguno de los dos lados del arco parlamentario, ni a los socios de investidura del Gobierno ni tampoco a los partidos de la oposición.
Robles ha condenado «sin paliativos» la actuación militar sobre Gaza y, como llevan meses haciendo desde el Palacio de la Moncloa, ha asegurado que España no vende armas a Israel desde el ataque de Hamás. Otra cosa, ha puntualizado, son los envíos temporales que se realizan para la reparación y mantenimiento de materiales que usan las Fuerzas Armadas españolas con tecnología israelí.
Esta postura no convence a nadie. Desde el PP y Vox acusan al Gobierno de poner sus intereses políticos por encima de los intereses de España y su necesidad de seguridad y defensa. «No busquen rédito electoral en las relaciones internacionales, busquen lo mejor para el país», ha pedido el diputado popular Carlos Rojas. «La revocación de licencias tendrá consecuencias operacionales y económicas, pone en riesgo empleos y va a frenar inversiones previstas», ha avisado el parlamentario de Vox Alberto Asarta.
Pero tampoco la ministra ha convencido a sus socios parlamentarios, que han acusado al Gobierno de falta de transparencia y le han pedido medidas más contundentes. Incluso Sumar, parte del Ejecutivo, ha abogado por poner en marcha el embargo total de armas a Israel, en línea con la proposición de ley aceptada en el Congreso. Y en materia de defensa han quedado claras las diferencias entre socios de coalición. «España va camino de salir de la OTAN», ha augurado el diputado de Sumar Txema Guijarro.
Muy dura ha sido la líder de Podemos, Ione Belarra, que ha acusado al Gobierno de ser «cómplice» de un «genocida» como Benjamín Netanyaju y ha avisado a la ministra que en este asunto no se puede hacer «postureo». «¿Cree que alguien votó al PSOE para que hicieran el mayor aumento del gasto militar de la historia de nuestro país?», ha preguntado Belarra pidiendo al Ejecutivo que se rebele a las exigencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Robles ha respondido muy firme a estas acusaciones recordando a Belarra que ella misma formó parte del primer Ejecutivo de Pedro Sánchez «y entonces no dijo nada», aunque los enfrentamientos entre ambas fueron continuos durante esa etapa. En esta línea, Robles ha reprochado el tono de Belarra y, frente a él, ha reivindicado su trabajo «por la paz» de manera «discreta y prudente».
Aunque las críticas a Defensa no han quedado ahí y han llegado también de la mano de ERC, PNV y EH Bildu, que pese a reconocer los pasos dados por el Gobierno para condenar la actuación de Israel han pedido mayor transparencia y contundencia.
Robles ha insistido en que el compromiso del Gobierno es firme para alcanzar la soberanía estratégica y no depender de la tecnología israelí en materia de defensa. Y ha asegurado que las empresas españolas han trasladado su capacidad para reemplazar a Israel en programas tan importantes como los misiles Spike o el lanzacohetes Silam, paralizados en línea con el plan de desconexión de la tecnología israelí puesto en marcha por el Ejecutivo. «¿Cuándo?», ha preguntado preocupado el diputado de Vox Asarta, que ha avisado de que las consecuencias operativas y de falta de capacidades que, en ese periodo intermedio, pueden sufrir las Fuerzas Armadas.