Zelenski se cansa de los malabarismos de China

A mediados de mayo, cuando un eufórico Vladimir Putin concluía su viaje a Pekín tras haber conseguido estrechar lazos comerciales y militares con su poderoso vecino, hubo una imagen que llamó mucho la atención: el líder chino Xi Jinping despidiendo a su homólogo ruso con un largo abrazo que sorprendió hasta a un Putin que no se lo esperaba. El fraternal vídeo se volvió viral en las redes sociales del gigante asiático, donde no están acostumbrados a ver esas muestras de afecto por parte de su sobrio presidente.

Aquel último viaje de Putin a China, el segundo que hacía en ocho meses, supuso otro paso firme en la asociación estratégica entre los dos países, con un mensaje claro de unidad frente a su rival en común, Estados Unidos. Pero el abrazo aparentemente improvisado de Xi fue también un furo golpe para las aspiraciones que tenía Ucrania de que el Gobierno chino utilizara su influencia para presionar a Moscú sobre el cese de la invasión.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, parece que ya ha comprendido que eso no sucederá. Hasta ahora había mantenido un tono prudente cada vez que le preguntaban sobre el respaldo de China a Rusia. Por ello han sorprendido las declaraciones que Zelenski ha realizado este domingo cargando duramente contra Pekín.

"El apoyo de China a Rusia hará que la guerra dure mucho más", soltó el ucraniano durante su participación como invitado estrella en el Diálogo Shangri-La, un foro de seguridad de Asia-Pacífico que se está celebrando estos días en Singapur y en el que participan los ministros de Defensa de los países de la región, incluidos los de China y EEUU.

Zelenski también acusó al Gobierno de Xi Jinping de presionar junto a Rusia a otros países para que no participen en la conferencia internacional de paz sobre Ucrania prevista para los días 15 y 16 de junio en Suiza. "Lamentablemente, es muy desafortunado que un país tan grande e independiente como China sea un instrumento en manos de Putin", respondió a las preguntas de los periodistas.

Las autoridades chinas comunicaron hace unos días que no enviarían una delegación a la cumbre en Suiza porque "cualquier conferencia internacional de paz debería tener reconocimiento tanto de Rusia como de Ucrania, participación equitativa de todas las partes y discusión justa de todos los planes de paz".

Para saber más

El líder ucraniano aseguró que por su parte había "interés por un mayor diálogo", en referencia a que le hubiera gustado mantener algún encuentro con representantes chinos en Singapur, pero que finalmente no ha ocurrido. El pasado enero, durante su asistencia al foro económico de Davos, Zelenski ya intentó mantener una reunión con el enviado de Pekín, el primer ministro Li Qiang. Pero no hubo tampoco respuesta de la parte china.

Zelenski, recogiendo algunas de las acusaciones que llegan desde Washington sobre que China está vendiendo a Rusia productos de sobre uso que están impulsando la industria militar de Moscú, aseguró también el domingo que "ciertos elementos que forman parte del armamento de Rusia provienen de China".

Justo después de cumplirse un año de la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno de Xi lanzó un "plan de paz" centrado en 12 puntos en los que se pedía el respeto a la soberanía de todos los países y un llamamiento al alto al fuego, a la vez que en otro apartado cargaba contra las sanciones a Rusia y consideraba legítimas las preocupaciones de seguridad de Putin sobre la expansión de la OTAN hacia Europa del Este.

El plan fue bien acogido por Zelenski, aunque dijo que solo sería aceptable si conducía a que Moscú retirara sus tropas de todo el territorio ucraniano ocupado. Un par de meses después, las relaciones entre Pekín y Kiev parecía que avanzarían cuando el Xi Jinping descolgó el teléfono para llamar a su homólogo ucraniano. Era la primera conversación que mantenían desde que comenzó la guerra.

Pero ese esperado papel de mediador de Xi nunca se materializó. Los funcionarios chinos reiteraban que su país era neutral en el conflicto, pero la asociación chino-rusa, al menos en el terreno económico, ha continuado haciéndose más fuerte, siendo la gran baza del Kremlin para sortear la sacudida de las sanciones occidentales.

Esto ha enfurecido mucho a Kiev, que el año pasado incluyó a tres de los mayores productores chinos de petróleo y gas -la Corporación Nacional de Petróleo Offshore, la Corporación Petroquímica y la Corporación Nacional de Petróleo, todas compañías estatales -en su lista de "patrocinadores internacionales de la guerra".