La transformación política de Elon Musk, a golpe de tuit: de votar a los demócratas a apoyar a Trump
Su protagonismo en las batallas ideológicas y políticas tiene una importancia especial porque el impulsor de Tesla o SpaceX también es el dueño de X, la red social antes conocida como Twitter. De hecho, la preocupación de Musk por esas batallas se disparó desde que empezó a plantearse la compra de la plataforma, con la intención de convertirla en una «plaza pública» donde todas las opiniones tengan cabida y no se privilegie el ideario progresista.
En esa plaza pública, la voz que más se oye es la de Musk y desde la adquisición de Twitter, cerrada en octubre de 2022, sus mensajes en la red social han dejado evidencias de esa transformación. Al mes siguiente, en la víspera de las elecciones legislativas, pedía el voto para los republicanos porque «los poderes compartidos limitan los peores excesos en ambos partidos» (ambas cámaras del Congreso y la presidencia estaban entonces en manos demócratas). Poco después, el 19 de noviembre, anunciaba el regreso a la red de social de Donald Trump, cuya cuenta había sido suspendida por sus mensajes en el asalto al Capitolio de enero de 2021. «El pueblo ha hablado, Trump será readmitido, 'vox populi, vox dei'», escribió después de someter el asunto a una encuesta entre los usuarios.
Desde entonces, se ha implicado en la guerra contra la corrección política -«si no derrotamos al virus de la mentalidad 'woke', lo demás da igual», 12 de diciembre de aquel año-, en la lucha contra la prensa convencional -«toda la prensa es hasta cierto punto propaganda», 9 de abril de 2023- o en la llegada masiva de inmigrantes indocumentados -»he venido al paso fronterizo de Eagle Pass a ver qué está pasando de verdad», 29 de septiembre de 2023-. Al mismo tiempo, ha compartido multitud de mensajes críticos con la agenda 'trans' o con la teoría crítica racial. En el camino, también ha diseminado desinformación - como cuando recomendó cuentas cuestionables para seguir la guerra en Gaza - o bulos, como el que compartió en abril de este año sobre los millones de extranjeros que iban a votar en las elecciones de EE.UU. «Muy preocupante», escribió.
Su afiliación política quedó establecida el mes pasado. Pocos minutos después del atentado contra Trump, en el que el expresidente salvó su vida de milagro, Musk escribió un mensaje en X en el que le daba de manera oficial su apoyo. Algunos días después, Trump eligió a J.D. Vance, senador por Ohio, como candidato a la vicepresidencia. «Excelente decisión», escribió Musk, «suena a victoria».
Difunde bulos contra los demócratas
El dueño de X mostró menos amabilidad con los demócratas. También menos cuidado con lo que diseminaba: «Esto es fantástico», escribía al compartir un 'deep fake', un vídeo falso de Kamala Harris con el que se simulaba un vídeo de la campaña demócrata en el que la candidata decía cosas como «si criticas cualquier cosa que diga eres sexista y racista» y se autocalificaba como una «marioneta del Estado profundo».
La actividad de Musk ha ido mucho más allá de las fronteras de EE.UU., como se ha visto en los últimos días con los disturbios en el Reino Unido y el endurecimiento de la persecución a quienes los incitan o promueven discurso de odio. Eso le ha llevado a alertar de que «la guerra civil es inevitable» -ha hecho siete menciones similares sobre una conflagración de ese tipo en Europa desde octubre del año pasado- y ha acusado al Gobierno del país de ser la 'Stasi 'woke'».