Ante ese escenario, afirma haber acordado «un trato rápido» con las autoridades chinas en contactos en Suiza para evitar una escalada que según sus palabras no deseaba ver. Como parte de ese pacto, accedió a reducir los aranceles al 30%, lo que permitió que Pekín «volviera a hacer negocio como de costumbre». Ahora, denuncia que ese acuerdo ha sido incumplido sin dar detalles de cómo y amenaza con volver a imponer las tarifas más altas.
La medida, anunciada por Marco Rubio, afectará no a todos los alumnos sino a los que estén vinculados al Partido Comunista Chino o cursen estudios en campos que la diplomacia estadounidense considere críticos
Un tribunal comercial suspendió sus aranceles cautelarmente el miércoles pero en casación fueron resintaruados el jueves.
En paralelo, su Administración ha comenzado a revisar las condiciones de los visados para estudiantes chinos, con el objetivo de endurecer el control de acceso a universidades estadounidenses.
Se trata, según afirman fuentes oficiales, de una respuesta directa a lo que la Casa Blanca considera prácticas comerciales desleales y sospechas de transferencia tecnológica encubierta.
Trump concluye su mensaje con un aviso: «Esto es lo que ganas por ser amable».