Vidas salvadas desde el Anatómico Forense: se analizarán las muertes súbitas para detectar precozmente patologías en sus familiares
"¿Quién no ha visto imágenes de un deportista joven, atlético, desplomándose en mitad de un campo de fútbol sin que nadie pueda hacer nada por él? Eso es la muerte súbita, alguien aparentemente sano que sufre una parada. Conocer estos casos ayudará a prevenir otros futuros... va a salvar vidas".
Utilizando estas palabras a modo de esbozo, la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ahondó en la mañana de ayer en uno de los rompecabezas que más inquietudes ha generado a la comunidad médica: las muertes súbitas. Todo dentro de un acto, celebrado en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde firmó junto al consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García, un protocolo de actuación cuyo objetivo radica en la detección precoz de cardiopatías congénitas de carácter hereditario.
Dichas actuaciones se llevan a cabo a través de estudios post-mortem, donde forenses analizan los tejidos del fallecido. "Esto permite tratar la enfermedad antes de que llegue a manifestarse. Tras detectar posibles cardiopatías congénitas hereditarias, se avisa a los familiares para que acudan lo antes posible a realizarse las pruebas pertinentes en los hospitales públicos. Si éstas presentan una predisposición genética, se ponen en marcha los mecanismos necesarios y se hace un seguimiento personalizado de cada caso. Atajarlo de forma temprana puede evitar con mucho éxito posibles complicaciones e, incluso, la muerte", señalaba García.
Por su parte, y tras la rúbrica a cuatro manos, Matute, licenciada en Medicina y Cirugía, apuntó que "hasta en un 50% hay patologías congénitas, es decir, que pueden ser hereditarias". "Por desgracia, en el otro 50% no las hay, son espontáneas...", incidía la consejera, recalcando que la Comunidad de Madrid es "una región cardioprotegida, con el mayor número de desfibriladores".
"Muchas veces son enfermedades que no dan la cara hasta que sobreexpones a un esfuerzo brutal a tu corazón. Como la miocardiopatía hipertrófica, que se produce cuando la pared del corazón crece mucho y cabe poca sangre. Y cuando se le pide un esfuerzo extra, no llega", apuntó Matute, quien evocando tiempos pasados recordó su paso por el antiguo Anatómico Forense cuando era estudiante. "Una de las autopsias que me tocó realizar fue justo una muerte súbita de una mujer de 42 años. Aprendí todo el protocolo hasta llegar a este diagnóstico, descartando otros factores que hubieran podido ocasionar el fallecimiento".
Dentro de este proyecto sobre la muerta súbita se han llevado a cabo 104 autopsias que han derivado en el diagnóstico precoz de 33 ciudadanos, a los que "ya se les han realizado los tratamientos médicos y farmacológicos oportunos". Es el caso de Pilar Abad. "Yo soy una de esos 33 familiares diagnosticados... y mi hija, desgraciadamente, una de las 108 autopsias practicadas. Murió hace dos años, con dos años y medio de edad... Vivimos este protocolo en nuestras carnes", deslizaba ayer a este diario Abad, aclarando que "esto le puede ocurrir a cualquier familia ya que no hay signos de aviso". "Nadie está preparado para afrontar una situación así. Tardamos cinco meses en tener la autopsia. Fueron muy duros porque, como padres, pensábamos que quizás habíamos hecho algo incorrectamente. Una carga de conciencia... Finalmente no fue así. Creo que se deberían acortar estos tiempos para conocer el resultado. Y humanizar la entrega de la autopsia, que fue muy frío recibirla de un secretario judicial...".
Esta madre, en cierta parte agradecida, contaba cómo, a partir de ahora, tendrá que medicarse de por vida debido a la patología que le encontraron. Y cómo sus otros dos hijos deberán también pasar revisiones periódicas. Pese a ello, y para que la muerte de su hija no caiga en saco roto, ella y su marido han decidido fundar la asociación Ritmia, cuyo objetivo es "erradicar la muerte súbita".
Actualmente, tal y como valoró Matute, en EEUU se dan, aproximadamente, 600.000 casos al año. "En España no existe una cifra real, estamos en unos 30.000, y en la Comunidad de Madrid hay cerca de 4.000. Existe la muerte del deportista, la del lactante... Éstas últimas se dan en uno de cada 1.000 nacimientos. Siguen siendo muchas, tenemos mucho que hacer".
Por su parte, el director gerente del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Eduardo Andreu, hizo hincapié ayer en que tienen entre sus objetivos "trasladar una visión más moderna y más ambiciosa" de su parte menos conocida: apostar por su actividad formativa y de investigación. Y concluyó: "Somos un centro de referencia porque tenemos una casuística en el estudio de muertes súbitas que nadie más tiene".