Francia se queda con un Gobierno en funciones mientras se agrava la división en la izquierda
A dos días de que se constituya la nueva Asamblea elegida hace dos semanas, y a 10 del inicio de los Juegos Olímpicos de París, la situación política en Francia sigue siendo incierta y desconcertante. El Gobierno está en funciones desde este martes, después de que el presidente, Emmanuel Macron, haya aceptado la dimisión del primer ministro, Gabriel Attal, y su equipo. Seguirán hasta que haya nuevo Ejecutivo. No parece inminente, pues el bloque de izquierda, que tuvo mayoría en las elecciones y es el que cuenta con más escaños, sigue sin ponerse de acuerdo con qué candidato proponer como posible primer ministro.
Este martes se ha celebrado el primer consejo de ministros tras las legislativas del 7 de julio. El último del Gobierno actual. En la reunión, Macron ha pedido a los suyos que planteen una propuesta para formar "una coalición mayoritaria", con partidos moderados a la derecha o la izquierda del arco parlamentario, o "un pacto legislativo", que les permita asegurarse los apoyos para, al menos, preservar lo logrado durante su mandato, sobre todo en materia económica.
Macron ha aceptado la dimisión de Attal y de los 17 ministros que ganaron su escaño en las legislativas. Se quedarán en funciones para gestionar los asuntos cotidianos durante el periodo de los Juegos Olímpicos. Fundamentalmente temas de seguridad y transportes. No podrán aprobar leyes ni tomar iniciativas legislativas. Durante el tiempo que esto dure el país estará paralizado. Attal, de 35 años, llegó al cargo como el primer ministro más joven de la V República, y se va como el que menos ha durado: poco más de 6 meses.
El jueves se constituye la nueva Asamblea y se vota la presidencia de la misma, uno de los puestos clave, que los bloques se disputan. Es importante porque dará una idea del equilibrio de fuerzas. La líder del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional,Marine Le Pen, ha dicho que todas las partes deben estar representadas y "participar en el funcionamiento de las instituciones". Respondía a uno de los líderes de La Francia Insumisa, partido de extrema izquierda, que ha dicho que la formación de Le Pen no deberían acceder a puestos clave.
La situación de bloqueo actual es el resultado de las legislativas. Estas dejaron tres bloques enfrentados: la izquierda, el bloque de centroderecha de Emmanuel Macron y la extrema derecha de Marine Le Pen. Su partido, Reagrupamiento Nacional, quedó en tercera posición a pesar de haber ganado la primera vuelta. Ninguno cuenta con mayoría como para gobernar, y desde hace 10 días exploran cómo formar un Gobierno de coalición, aunque los polos están tan enfrentados que se hace complicado ver alianzas. Incluso dentro de los bandos hay división.
El bloque de izquierda (bautizado Nuevo Frente Popular), que une a socialistas, comunistas, ecologistas y a la Francia Insumisa, aspira a gobernar pero en semana y media ni siquiera han conseguido ponerse de acuerdo en el candidato a posible primer ministro. De momento, sólo han logrado al menos acordar uno para la presidencia de la Asamblea.
Las diferencias entre estos partidos, sobre todo entre los socialistas y los insumisos, complican el consenso. Ya apenas esconden el enfrentamiento. Han surgido varios nombres pero cada partido quiere imponer su impronta. Después de varios días especulando con posibles perfiles, socialistas, comunistas y ecologistas pusieron sobre la mesa otro nombre: el de Laurence Tubiana, encargada de las negociaciones de la cumbre del clima, pero La Francia Insumisa considera que se trata de un perfil "demasiado macronista" y amenazaron con romper las negociaciones.
Unos y otros se acusan mutuamente de vetar al aspirante propuesto. El Nuevo Frente popular es heredero de la alianza Nupes, el nombre con el que la izquierda acudió unida a las legislativas de 2022. Duraron poco más de un año. El Nuevo Frente Popular, que logró quedar por delante en la segunda vuelta y movilizar al electorado, puede tener los días contados y no llegar siquiera a la formación de Gobierno.
Este tiempo muerto, y las desavenencias en la izquierda, benefician a Emmanuel Macron, que intenta llevarse a su terreno a los partidos "moderados y republicanos" para hacer frente a los extremos. Aquí incluye tanto al partido de Le Pen como a La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon. A los que tiende la mano es a los socialistas pero también al partido conservador de Los Republicanos, que quedó por detrás del partido de Le Pen en las legislativas.
El corto 'reinado' de Attal
Llegó al Gobierno en enero, como el primer ministro más precoz y joven de la V República: 35 años. Gabriel Attal, al que algunos llaman el "pequeño Macron", ha durado como primer ministro apenas 6 meses. El periodo más corto para el cargo. Elisabeth Borne, su predecesora, estuvo un año.
Attal es uno de los políticos más prometedores del grupo macronista, pero la actual crisis política le ha llevado por delante. "Yo no he elegido esta disolución (de la Asamblea), pero he elegido no sufrirla", dijo tras la votación en las legislativas.
Gabriel Attal se quedará como primer ministro en funciones por "un sentido del deber", hasta que se designe un nuevo jefe de Gobierno. Además, será presidente del grupo Renacimiento, el de Macron, asumiendo así el relevo de la herencia macronista.