El acondicionador, el gran olvidado del cuidado capilar, reclama su lugar (también en verano): todo lo que puede hacer por un pelo sano y brillante

En la gran era de la skinificación capilar, esto es, cuidar el pelo y el cuero cabelludo con mimo extremo, como si de la piel se tratara, proliferan los aceites, los champús específicos, los exfoliantes, las mascarillas con activos iguales a los que se usan para el cuidar el rostro y los tratamientos específicos que tratan mil y un problemas.

En este maremágnum de productos que se agolpa en los lineales de supermercados, perfumerías y boutiques de lujo, el humilde y clásico acondicionador corre el riesgo de pasar inadvertido y convertirse en un actor secundario. Cuando, sin embargo, expertos en cabello, como lo es la farmacéutica Helena Rodero, abogan con fuerza por su uso. Es más, para ella, muy práctica, tener un pelo bonito y sano no es sinónimo de gastarse mucho dinero, sino de ejecutar bien el lavado y de tener "uno o dos champús y un acondicionador".

Y es que el acondicionador, pese a ser un viejo conocido, es el gran desconocido y olvidado del cuidado capilar, como titula precisamente Rodero uno de los capítulos de su primer libro, "Todo sobre tu pelo y tu piel" (Somos B).

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Para qué sirve el acondicionador

Proteger el pelo dañado es el fin específico del acondicionador. Explica Helena Rodero en su libro que "es capaz de neutralizar toda la circunstancias que pudieran dañar el cabello, mejora la suavidad y por lo tanto, reduce el rozamiento entre fibras, elimina la electricidad estática y deja el cabello manejable para el peinado, evitando así la rotura durante el desenredado".

Añade un beneficio más Rodero, que hace que el acondicionador sea vital: "Puede devolverle a la fibra capilar su característica fundamental, que es repeler el agua para impedir que se encrespe y que se produzca la fatiga higral [el daño que sufre el pelo cuando está mojado, que es mucho...]".

Por estas razones, la experta aduce que toda cabellera debería de usar acondicionador, en cuanto tenga unos pocos centímetros de largo. Si te da miedo acondicionar porque tu pelo es fino, se engrasa, pesa y queda apelmazado, no llevas la razón: sólo hay que saber cómo aplicarlo y elegir el que vaya con tu melena.

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Todos los beneficios de usar acondicionador

Paola Gugliotta, máster en Genética por la Universidad de Harvard y directora de Estrategia y Desarrollo de la marca The Today Project, detalla tres efectos principales del acondicionador que lo convierten en protagonista, nada de secundario.

  • Ayuda a desenredar el pelo: La capa acondicionadora reduce la fricción entre las hebras del cabello, facilitando el peinado y reduciendo los enredones.
  • Aumenta el brillo y la suavidad: Al proteger las cutículas, el acondicionador mejora la capacidad del cabello para reflejar la luz, dando como resultado un brillo saludable.
  • Protege el pelo: Forma una barrera protectora que ayuda a prevenir el daño y la pérdida de humedad.

Por qué hay que usar acondicionador también en verano


Teresa Climent, licenciada en Farmacia y Technical Manager de Nuggela & Sulé, hace hincapié en la importancia de usar acondicionador en verano, sí o sí.

"Sea como sea el tipo de cabello, el uso de acondicionadores se hace más necesario que nunca", reclama. Utilizarlo después de cada lavado, una o dos veces por semana, dependiendo del tipo de pelo, ayudará a mantener el cabello hidratado, nutrido y equilibrado.

Otra curiosa función del acondicionador, rebajar la electricidad

Paola Gugliotta destaca, además, otra cuanto menos curiosas función que cumple el acondicionador, porque... ¿sabías que el champú deja el pelo con carga negativa? Y qué, pasa con eso, te preguntarás. Pues el temido encrespamiento, entre otras cosas.

"El champú ejerce su función gracias a los surfactantes de su fórmula, que son agentes limpiadores efectivos en la eliminación de suciedad, grasa y residuos de productos de peinado. Sin embargo, en este proceso de limpieza, el champú también elimina algunos de los aceites naturales del cabello, dejándolo con una carga ligeramente negativa", explica Gugliotta.

¿Las consecuencias? Encrespamiento, enredones y una textura áspera al tacto. "Aquí es donde entra en juego el acondicionador, que contiene ingredientes catiónicos -con carga positiva-, que se adhieren a las áreas del cabello con carga negativa, neutralizando la carga y proporcionando los beneficios detallados", resume la experta.

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Cómo aplicar el acondicionador según el tipo de pelo

Como comentaba Helena Rodero, lo importante es cómo aplicar el acondicionador, sobre todo para no correr el riesgo de que el pelo quede apelmazado.

Paola Gugliotta ofrece una práctica guía al respecto.

  • En cabello graso: "Aplicar el acondicionador solo en las puntas, evitando las raíces y el cuero cabelludo para no añadir más grasa. Después debe enjuagarse el pelo a conciencia para eliminar bien el producto y no dejar demasiada capa protectora sobre él que pueda aumentar la oleosidad", aconseja la especialista.
  • En cabello seco o encrespado: La recomendación de la directora de Estrategia y Desarrollo de The Today Project es "aplicar el acondicionador de medios a puntas. Para un efecto más profundo, se puede dejar durante tres minutos antes de enjuagar. Debe aplicarse en cada lavado y una vez a la semana, puede usarse a modo de mascarilla capilar aumentando el tiempo de exposición".
  • En cabello lacio: En este caso, "debe extenderse el acondicionador uniformemente de medios a puntas asegurándose de aclarar muy bien el cabello para evitar añadir peso a la melena", explica Gugliotta.
  • En cabello rizado: "Cuando se trata de una melena rizada, yo recomiendo aplicar el acondicionador generosamente desde la raíz a las puntas, insistiendo en las áreas más necesitadas de hidratación. Los rizos tienden a ser más secos y pueden beneficiarse de una hidratación intensa que los definirá y es la clave de una melena curly radiante. En este tipo de cabello también aconsejo extender una pequeña cantidad de acondicionador mientras se está secando el cabello y reaplicar antes de dormir, esto ayudará a definir los rizos y a mantenerlos nutridos", detalla.

Otra manera de usar el acondicionador... que funciona

Aunque la aplicación tradicional del acondicionador contempla que sea después del lavado, el paso final en la ducha tras aclarar el champú, Helena Rodero sugiere otro modo de uso, que ya detalló en YO DONA, que garantiza un pelo sano y bonito (doy fe, me he pasado a este método y mi melena está mejor que nunca).

El truco que recomienda la experta es aplicar acondicionador de medios a puntas en seco, antes de entrar en la ducha -esto vale en casos de pelo dañado que, como señala Rodero, "casi todas lo tenemos así"-.

Esto sirve para proteger el fibra y que no se encrespe de más, amén de que no se reseque por el uso del champú; proteger el color si se lleva tinte o mechas, y, sobre todo, para "no tener ni un enredo durante el lavado", como subraya (¡y funciona!).

En este caso, después de aplicar el acondicionador sobre el pelo seco, el lavado procede de la siguiente manera, según la farmacéutica: "Mojas la cabeza sin quitarte a propósito el acondicionador [obviamente, resbalará, pero no hay que hacer además de eliminarlo] y aplicas el champú en la mano, emulsionándolo con agua. Acto seguido, introduces las yemas de los dedos por todas las zonas del cuero cabelludo y frotas, para dejarlo bien limpio. Hay que hacerlo sin miedo, si frotas en la misma dirección, no maltratas el cabello y garantizas la limpieza a fondo".

Si tienes el cuero cabelludo seco, con una pasada de un champú es suficiente; en el graso, mejor un par. A continuación, se aclara con ganas y, de nuevo, si se necesita, que es probable, con el pelo escurrido con las manos, se aplica de nuevo acondicionador de medios a puntas, un par de minutos, y se aclara de nuevo.

El actor secundario que pareciera ser el acondicionador se convierte en protagonista... y con mucha razón.

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