Sánchez se cita con los dos supervivientes del sector crítico del PSOE esta semana: Page el sábado y Gallardo el domingo

La agenda de Pedro Sánchez tendrá dos citas señaladas este fin de semana a las que acudirá en su calidad de secretario general del PSOE: Toledo, el sábado y Plasencia el domingo. A ambas ciudades acudirá para acompañar en la renovación de sus liderazgos a los dos barones supervivientes del sector crítico del partido, Emiliano García-Page, en Castilla-La Mancha, y Miguel Ángel Gallardo, en Extremadura.

Además, el presidente del Gobierno viajará el viernes a Asturias para arropar también a Adrián Barbón. En esta federación se produjeron profundas discrepancias entre la dirección autonómica y Ferraz a cuenta de la "financiación singular" pactada para Cataluña pero que ya han quedado limadas y minimizadas por parte del también presidente del Principado.

Tras la celebración del Congreso Federal del PSOE a finales del año pasado en Sevilla, los territorios tienen un plazo de tres meses para la consolidación o renovación de sus liderazgos. Lo primero es lo que ha ocurrido en Castilla-La Mancha, donde Page ha sido renovado en el cargo sin contestación interna, y en Extremadura después de que Gallardo se haya impuesto con rotundidad -62% de los votos- a la candidata auspiciada por la cúpula nacional, Esther Gutiérrez.

Ambos son los dirigentes desalineados con Ferraz que resisten al proceso de reorganización interna en las comunidades activado tras el cónclave federal. Por el camino se han quedado Juan Lobato, abocado a renunciar a la secretaría general de Madrid tras la polémica de los whatsapps que llevó al notario, y Luis Tudanca, que dio un paso a un lado para facilitar su relevo en Castilla y León.

También Juan Espadas se ha apeado de la carrera por la reelección en Andalucía, aunque en su caso no por disonancias con la dirección nacional sino por la acumulación de derrotas electorales en la federación socialista más numerosa y por ello clave para la supervivencia de Sánchez en La Moncloa si hubiera nuevas elecciones generales. Su sustituta será María Jesús Montero, número dos del Gobierno y del partido, por lo que el mantenimiento de la fidelidad al líder se da por descontado.