Los vecinos de un edificio de La Latina, hartos de convivir con 20 okupas durante cinco años: «Ha habido una agresión a una mujer y guardan la droga en los buzones»
En España, la okupación es un problema creciente que no sólo afecta a los propietarios de estos pisos, sino también a los residentes de la zona. Cada vez son más los delincuentes que se instalan en viviendas vacías de nuestro país para implantar narcopisos y convertirlos en un foco de drogas y prostitución. En muchas ocasiones, los altercados que en ellos se producen ponen en peligro la integridad de los residentes de estos barrios.
Así sucede, por ejemplo, en la céntrica calle Humilladero, en pleno barrio de La Latina (Madrid), donde los vecinos viven atemorizados ante un grupo de 20 okupas que se ha instalado en uno de los pisos cercanos a la mítica Plaza de la Cebada. La presencia de estas personas, la mayoría sin papeles, ha llevado a que el edificio se convierta en un punto de tráfico de drogas y altercados violentos, poniendo en peligro incluso el estado de los inmuebles.
Hasta allí se ha desplazado este jueves el equipo de Madrid Directo, el programa de Telemadrid, tras la llamada de alarma de una vecina de la zona «desesperada», Pilar. Según ha relatado la mujer al reportero de la cadena autonómica, los residentes del barrio están atemorizados por el ambiente de drogas que este grupo de okupas han atraído hasta el céntrico edificio madrileño durante los últimos cinco años.
Los vecinos de La Latina, desesperados por los actos violentos de un grupo de okupas
«Lo que vemos es constantemente entrando y saliendo gente, están traficando con drogas. Todos sabemos lo que esta gente es capaz de hacer. Están muy familiarizados con las drogas y el alcohol y, por lo tanto, cualquier arrebato mejor permanecer lejos», ha contado la mujer, que ha preferido preservar su identidad en secreto para evitar posibles represalias.
La realidad dentro de la vivienda asusta y entre los vecinos de la zona aumenta la preocupación ante los constantes altercados que se registran en la morada. «Siempre hay broncas, entre ellos especialmente. La policía aparece cada dos por tres, hay mucho cambio de gente, unos van y otros vienen. Alguna que otra vez han venido los bomberos porque estaban quemando ahí unas mantas, unas cosas».
Los propios residentes de la finca confirman a Telemadrid que, a pesar de que llevan años viviendo de forma ilegal en el edificio, la situación ha empeorado en los últimos tiempos. «Tenemos un problema muy, muy gordo y muy importante. Ocurre de todo... En un principio, están viviendo ahí no se sabe quién», ha comentado Ángel, uno de los convecinos, en el programa.
Denuncian que ha habido una agresión a una mujer y tráfico de drogas en la vivienda
Según relata este hombre, el tráfico de personas en el bloque es constante, durante las «24 horas del día», y se han llegado a producir hasta dos actos delictivos graves en esta vivienda okupada. «Hubo una agresión a una mujer, no sé si una chica joven o no, y problemas de drogas. Guardaban las drogas en los buzones e incluso los partían para poder acceder a ellos».

El piso okupado por estos delincuentes, de 140 metros cuadrados, pertenece a un fondo de inversión que no ha hecho nada por paliar la compleja situación que viven los vecinos. «Su argumento es que hacen lo que pueden, pero pueden hacer más. Son los propietarios del piso y el piso no solamente genera los pormenores que sufrimos todos los vecinos por toda la gente que habita en él y las actividades delictivas que hacen», expresa otro residente del edificio.
Este asegura que los okupas también han provocado «el deterioro de la finca» durante estos años, poniendo en peligro la seguridad de todo el edificio: «El local de abajo está apuntalado y el desperfecto va subiendo por todos los pisos».
Los okupas, todos sin papeles, niegan que haya problemas en el piso
Diferente es la versión de los supuestos okupas, que también han hablado con el reportero de Madrid Directo. Según cuenta uno de los moradores de la vivienda, no se ha producido ningún altercado en el edificio: «Todos los que vivimos aquí no tenemos ningún papel, somos ilegales, pero aquí no hay ningún problema ni nada. El dueño soy yo aquí. No hay ningún problema aquí».
El hombre sí ha confirmado que se produjera esta agresión a la chica, aunque ha negado que sus compañeros tuvieran relación alguna con este delito. «Llegué con el patinete y encontré a la chica tirada en la escalera. Me dijo que la habían violado y que me pidió que no llamara a la policía, pero yo llamé», ha asegurado el inmigrante.
Las cámaras también han captado el interior de la vivienda, donde, en el momento de la grabación, se ven hasta a siete personas. «Tenemos perro, tenemos dos gatos», afirma este, insistiendo en que la relación con los vecinos del edificio no es mala.
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