«Actualmente, más del 50% de nuestras empresas tiene necesidades de contratación de mayor o menor urgencia que no son capaces de cubrir», afirmó el secretario general de Asime, Enrique Mallón. Un hecho que impidió al clúster aumentar en mayor medida la contratación, ya que, de entre las 3.500 empresas que aglutina el clúster -el 19% del PIB gallego-, existe una demanda de 1.500 puestos de trabajo para ejecutar los proyectos en cartera y otros 5.000 para asumir los potenciales nuevos pedidos en el medio plazo.
Inversión en defensa
Desde la asociación, que incluye a sectores como el del automóvil, el naval, o el aeroespacial, no pecan de optimistas, ya que el aumento de las inversiones y gasto en defensa que comienza a articularse en Europa supone una «oportunidad sin precedentes» para estas industrias.
«Estamos ante un momento de expansión, con un notable incremento de encargos en ámbitos como la construcción de fragatas, pero también de vehículos especiales, aeroespacial y sistemas de telecomunicaciones, incluyendo comunicaciones satelitales», añadió Mallón.
El objetivo de Asime, aprovechando la coyuntura europea, implica involucrar en los próximos diez años a 150 nuevas empresas a las 30 existentes en Galicia, lo que supondría generar «3.000 nuevos empleos». Un anhelo respaldado por la Xunta, que anunció esta misma semana tras la reunión del Consello su estrategia en materia de defensa para los próximos cinco años, cuyo fin es movilizar 900 millones entre capital público y privado para facilitar la reconversión de otras industrias al ámbito de la defensa y la seguridad.
«Si se apuesta por inversiones estratégicas y una mayor agilidad para aprovechar las oportunidades, esta industria puede experimentar un crecimiento significativo en los próximos años, consolidando a Galicia como un referente en la seguridad y la defensa», aseveró el secretario general del clúster del metal.
Pero más allá de la falta de mano de obra, Asime identifica otros retos par el futuro de estos sectores, como la autonomía energética, acometer inversiones en innovación y diversificar el sector, así como mantener a a la industria «enraizada» en el territorio. Un factor, el de la relocalización de actividades en territorio gallego, vital para Asime, que aprecia por un lado las amenazas arancelarias de Estados Unidos y por otro el elevado peso de China en las importaciones, así como su «competencia feroz» en áreas como la del automóvil eléctrico.