Los motivos que llevaron a los narcos a la cárcel mientras los presuntos culpables de la muerte de los guardias civiles huían a Marruecos

El giro en la muerte de los dos guardias civiles embestidos por una narcolancha en Barbate ha dejado una investigación estrangulada por las circunstancias. El reverso de la primera versión -la que llevó a prisión a Kiko 'el Cabra' y a cinco personas más- irrumpió con toda su crudeza en el juzgado el mediodía del martes. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) daba la vuelta a todo con un exhaustivo informe en el que desvinculaba a la narcolancha de El Cabra de los asesinatos. El vídeo que grabó esa noche uno de los jóvenes encarcelados los sacó de la ecuación.

Los seis hombres defendieron su inocencia desde el principio e insistieron ante la juez para que revisara sus teléfonos móviles pues, según clamaban entonces, ellos mismos habían grabado desde su zodiac la embestida de la narcolancha a la embarcación de la Guardia Civil y, por tanto, no podían ser los autores. Sin embargo, según sus abogados, la magistrada no autorizó el visionado de las imágenes.

«Se pidieron antes de que se tomara declaración a los detenidos pero la respuesta fue negativa», indican fuentes de las defensas consultadas por este periódico. Los terminales se requisaron. Sin embargo, uno de los hombres envió a un familiar el vídeo y esa acción supuso un paso más para que los investigadores descartaran la participación de los encarcelados.

«Su señoría no quiso recepcionar los móviles», indican las mismas fuentes. Después, hubo un cambio en el juzgado. «Ahora hemos podido aportar los vídeos y encargar una prueba pericial a un perito, que ha podido dar mayor nitidez a las imágenes, en las que se ve que iban tres personas a bordo de la embarcación que embistió a los agentes y no seis». Sin embargo, ante las dudas que se fueron suscitando a lo largo de la instrucción -y con los seis hombres en la cárcel por la muerte de los dos guardias civiles-, el juzgado de Barbate que investiga el caso solicitó a un juzgado de la localidad de Chiclana de la Frontera que le proporcionara la información pertinente acerca del hallazgo de otra embarcación similar en su costa un día después de los hechos.

Tras el suceso en el puerto de Barbate la noche del 29 de febrero, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz abrió la investigación. En breve, se unió la UCO: la unidad de élite del Instituto Armado. El vídeo en el que se ve cómo los arrestados graban la embestida a la zodiac y el visionado de la cámara que uno de los guardias civiles llevaba en su casco han sido determinantes. En esa secuencia, se observa que la narcolancha que pasa por encima de los agentes tiene una sola antena, mientras que la embarcación de los detenidos tiene dos. La investigación giró la mirada entonces hacia el resto de narcolanchas que ésa noche se refugiaban del temporal en el Puerto de Barbate.

Tres hombres identificados

Los agentes que comandan las diligencias tienen identificados a tres hombres -todos ellos de nacionalidad marroquí- como las personas que estaban en la embarcación que arremetió contra la zodiac de los guardias civiles, la misma por la que preguntó el juzgado de Barbate al de Chiclana. El conductor, de nombre Karim, habría puesto rumbo hacia su país después del suceso junto a otras dos personas. Fuentes de la UCO precisaron a este periódico tener «indicios fiables sobre los autores reales del asesinato».

Una vez que se produjeron los asesinatos, la confusión era máxima en la zona. Dos guardias civiles acababan de morir, uno de ellos desangrado en los brazos de sus compañeros tras llegar hasta el muelle. El otro había caído al mar tras arrollarlo las hélices. El Cabra salió del puerto y condujo su lancha hacia Sotogrande, donde descargó a dos de sus ocupantes. El SIVE siguió a la narcolancha que fue detenida en una playa de La Línea. En menos de 24 horas se practicaron los arrestos.

La Fiscalía, por su parte, anunció ayer que no tenía intención de solicitar la excarcelación porque, recuerda, continúan acusados de «delitos muy graves», como contrabando y pertenencia a organización criminal, que conllevan penas de hasta siete años de cárcel. Las defensas de los seis hombres, por contra, pedirán su inmediata salida de prisión por lo que, con total seguridad, será la Audiencia Provincial de Cádiz la que tenga que pronunciarse ahora sobre el asunto.