La OMS reducirá a la mitad sus departamentos y su equipo directivo tras los recortes de Trump
La reorganización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el mal estado de sus finanzas serán los temas dominantes de la Asamblea General de este organismo que se celebrará la semana próxima en Ginebra. El déficit salarial para el ejercicio 2026-2027 se calcula en quinientos millones de dólares y las consecuencias serán importantes para la agencia sanitaria.
El organismo intenta reducir de manera considerable las partidas presupuestarias relacionadas con los salarios, un 25% aproximadamente, y estudia la forma de reducir otros gastos de funcionamiento para poder atravesar esta crisis sin precedentes. El director general anunció recientemente que reducirá tanto el equipo directivo como el número de departamentos.
La reducción del equipo directivo de la OMS modificará el organigrama de manera significativa porque el número de directores se dividirá por dos, de catorce pasarán a ser siete. La medida «entrará en vigor el 16 de junio de 2025», precisaron fuentes del organismo que mostraron su preocupación por la buena continuidad de las operaciones en curso.
Cinco de los antiguos miembros del equipo permanecen, incluido el británico Jeremy Farrar, científico jefe, que asumirá el cargo de subdirector general encargado de la promoción de la salud así como de la prevención y control de enfermedades. Será reemplazado, en su puesto actual, por la francesa Sylvie Briand.
Dos figuras clave en la lucha de la OMS contra el Covid-19 dejarán la dirección: el médico irlandés Michael Ryan, al frente del programa de gestión de emergencias sanitarias, y el canadiense Bruce Aylward, jefe del departamento de cobertura sanitaria universal.
El 22 de abril, el máximo representante de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya había anunciado a los Estados miembros de la organización una amplia reorganización y despidos ante los cortes financieros por parte de Estados Unidos. Estas medidas presupuestarias han dejado las finanzas de la agencia de la ONU en números rojos.
La administración Trump se niega a pagar las contribuciones acordadas para 2024 y 2025, mientras congela prácticamente toda la ayuda exterior estadounidense, incluida una ayuda considerable para proyectos de salud en todo el mundo. Ahora la OMS tendrá que buscar soluciones financieras para el futuro.
Tedros advirtió, a finales de abril, acerca de las dramáticas consecuencias que tendrían en el funcionamiento del organismo los recortes presupuestarios de Estados Unidos, históricamente su mayor donante. Las medidas norteamericanas han obligado a recortar drásticamente gastos de funcionamiento y de personal.
Aumentar las donaciones
El número de departamentos también será dividido por dos, actualmente hay 76 y se quedarán en 34. Para paliar esta falta de fondos los países miembros deberán pronunciarse sobre un aumento del 20% en las contribuciones obligatorias a la OMS. En 2022, ya habían aceptado aumentarlas progresivamente «al 50% del presupuesto» y es «esencial» que «aprueben este nuevo aumento», afirmó Tedros.
El presupuesto, que se discutirá la semana que viene en Ginebra, también debe adoptarse en un contexto de retroceso de la ayuda humanitaria y al desarrollo. La OMS ha reducido sus ambiciones y ahora solicita 4.200 millones de dólares, frente a los 5.300 millones iniciales. Se prevé una reunión de donantes el martes. Suiza puso sobre la mesa el lunes 80 millones de dólares
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