La economía británica vuelve a estancarse

La economía británica volvió a estancarse en el mes de abril, después de haber crecido un 0,6% en el primer trimestre del año, y los analistas lo atribuyen en parte al mal tiempo que precedió a la campaña electoral y que persigue a Rishi Sunak. El premier volvió a proclamar esta semana que la economía había "doblado finalmente la esquina", pero los números siguen sin acabar de darle la razón.

Las precipitaciones registradas en los dos últimos meses están parcialmente detrás de la caída de un 1,4% del sector de la construcción y del descenso del 2% del comercio minorista. El bajón del 1,4% en sector industrial se vio en parte compensado por la subida del 2% en el sector servicios, aunque el resultado es prácticamente de "crecimiento cero" en el arranque del segundo trimestre.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha rebajado de hecho la previsión del crecimiento del PIB británico en el 2024 del 0,7% al 0,4%, con los elevados tipos de de interés, el efecto acumulado de la inflación y la falta de mano de obra como los principales obstáculos para la recuperación.

"La debilidad mostrada en abril no es más que un pequeño bache en el camino", opina sin embargo Tom Pugh, director económico de la firma RSM UK, convencido de que la economía tocó fondo con la recesión "suave" del último trimestre del 2023. "Los tipos bajarán probablemente en verano, volveremos a tener crecimiento y esa tendencia se prolongará hasta el 2025".

Algo parecido opina Philip Shaw, analista de Investec, en declaraciones a la BBC: "Los números de abril representan un parpadeo en el camino de la recuperación, más que un nuevo giro hacia abajo: la economía volverá a ganar tracción al tiempo que desaparezcan los factores negativos".

En la presentación del manifiesto conservador para las elecciones del 4 de julio, Rishi Sunak se jactó de haber recortado la inflación hasta el 2,3% y anticipó un recorte thatcherianode impuestos (estimado en 20.000 millones de euros) que le valieron sin embargo comparaciones con su predecesora Liz Truss y su catastrófico presupuesto emergencia que provocó su caída al cabo de 49 días.

Una bajada de los tipos de interés, actualmente en el 5,25%, en el cónclave del Banco de Inglaterra esta misma semana, daría un balón de oxígeno a la economía y al premier. La mayoría de los expertos en la City opinan sin embargo que una decisión así sería interpretada como una interferencia en la campaña electoral y que lo más probable es que se aplace hasta agosto.

La oposición laborista ha sacado partido, entre tanto, a la noticia del "crecimiento cero" en abril. "Rishi Sunak dice que hemos doblado la esquina, pero lo cierto es que la economía está estancada", declaró Rachel Reeves, aspirante a secretaria del Tesoro con Keir Starmer, que sostiene que el premier ha adelantado las elecciones al verano "porque sabe que la economía no va a mejorar".

"La economía se ha vuelto a ralentizar, estamos teniendo el menor crecimiento en los tiempos modernos y la gente de a pie está pagando el precio", declaró por su parte el secretario general del sindicado TUC, Paul Nowak. "Las estadísticas demuestran que el crecimiento medio anual ha sido del 1,5% desde el 2010, el más bajo desde la Gran Depresión. Los conservadores pueden retorcer los números como quieran, pero lo cierto es que los últimos 14 años han sido lamentables en términos de crecimiento y de nivel de vida de los británicos".