La Fiscalía reclama cinco años de cárcel para su agresor, por abuso sexual con penetración. También una orden de alejamiento de 1.000 metros al domicilio y lugar de trabajo de la víctima y la prohibición de comunicarse con él por cualquier medio durante una década. Según el escrito del Ministerio público, el suceso se produjo durante una noche de fiesta. Sobre las 4.30 de la madrugada, un hombre que había acudido al local junto a un amigo, entró en el denominado cuarto oscuro del espacio. Se trata de salas con escasa o nula iluminación, para mantener encuentros sexuales con desconocidos, habituales en algunos locales para el colectivo gay.
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Hasta octubre de 2023, doce fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en el territorio. Ninguna había denunciado. Sí lo hizo una mujer 'trans', Sandra, que no computa en las estadísticas por no haber formalizado su transición
Allí, ambos hombres comenzaron a besarse cuando el acusado manifestó a su interlocutor que quería mantener relaciones sexuales. Éste, según recoge el fiscal, le preguntó si llevaba preservativos. Al contestar que no, rechazó ir más allá, pero el individuo, «pese a la negativa» de la víctima, «continuó en varias ocasiones intentando bajarle los pantalones, girándolo contra la pared», a lo que el afectado se volvió a dar la vuelta «manifestándole que no deseaba mantener relaciones sexuales».
A pesar de la negativa explícita, el otro hombre «le giró a la fuerza contra la pared», violando a la víctima quien, finalmente, pudo zafarse de su agresor, empujarlo y salir del espacio. Además de a cinco años de cárcel, la Fiscalía solicita que el acusado indemnice al afectado con 10.000 euros por las secuelas que sufre; trastorno de estrés postraumático y ansiedad, así como otros 5.000 euros por daños morales. El juicio se celebrará este 11 de enero, en la Audiencia de Barcelona.