Alemania debate ahora reformar el freno a la deuda que consagra su Constitución>

Después de que el Tribunal Constitucional tumbase los Presupuestos Generales de 2023 y deslegitimase los planes sobre la mesa para 2024, el canciller socialdemócrata sólo fue capaz de anunciar una única medida de ahorro: quedan canceladas a partir de enero las ayudas a los precios de la energía.

Apenas pudo mencionar algunas partidas en las que no está dispuesto a ahorrar porque las considera «existenciales», como las ayudas a Ucrania y el rearme del Ejército. Las caras de sus ministros eran un poema, mientras trataban de defender la prolongación retroactiva del estado de emergencia para 2023 y unos nuevos presupuestos, a pesar de que no está claro de dónde van a sacar dinero para sus políticas.

Hay un agujero de 60.000 millones en el Fondo de Protección del Clima. Del Fondo de Reconstrucción ha desaparecido una reserva de 12.000 millones. Las ayudas a las víctimas de inundaciones deben ser cargadas a los presupuestos regionales y queda un déficit de 90.000 millones, además de 20.000 millones en el presupuesto básico de 2024.

Parálisis técnica

«Este fallo crea una nueva realidad, para el Gobierno federal y para todos los gobiernos actuales y futuros, federales y estatales, una realidad que dificulta la consecución de objetivos importantes y ampliamente compartidos para nuestro país», dijo Scholz, reconociendo la situación de parálisis técnica debido a la falta de presupuesto.

Alemania, dijo Scholz, se enfrenta a «desafíos que nuestra República probablemente nunca antes había experimentado en esta concentración y severidad, pero para los ciudadanos sigue siendo válido lo siguiente: nunca caminarás solo, lo prometí el año pasado y así seguirá siendo». Esta última frase provocó risas y abucheos incluso en las bancadas de la 'coalición semáforo'.

Scholz no hizo una sola alusión al 'Zeitwende' ('punto de inflexión'), 'late-motiv' de la legislatura y para el que no queda dinero. Y en el posterior debate quedó en evidencia que los partidos del Gobierno no están de acuerdo en el camino a seguir a partir de ahora. Dado que el freno a la deuda pública que consagra la Ley Fundamental alemana ha resultado un obstáculo para sus planes, el SPD y los Verdes han planteado una reforma de la Constitución.

«No podemos gestionar la crisis con el presupuesto normal», defendió la copresidenta del SPD, Saskia Esken. «Queremos modernizar el freno de la deuda», dijo la presidenta del grupo parlamentario verde, Katharina Dröge. Sin embargo, el líder del grupo liberal (FDP), Christian Dürr, rechazó esa vía.

Por parte de la oposición, se reprochó a Scholz la «vergonzosa» y «ridícula situación en la que ha puesto a la cuarta economía del mundo», y se comparó el actual Gobierno, con resultado lamentable, tanto con los gobiernos de la CDU como con los encabezados por el SPD desde la fundación de la República, incluido el denostado de Schröder.

El descrédito generalizado de la 'coalición semáforo' se refleja en las encuestas: si hoy hubiera elecciones en Alemania, el SPD obtendría el 14% de los votos

Discurso crítico

Friedrich Merz, el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), no es un parlamentario brillante, pero, sin embargo, se creció en el lance. Merz antepuso su disposición a jugar un papel constructivo, recordó que ha votado favorablemente en el Bundestag más de la mitad de las leyes presentadas hasta el momento y dejó entrever que no volverá a llevar ante los tribunales los presupuestos generales de 2023, apoyados ahora en una declaración retroactiva de situación de emergencia que difícilmente soportaría un estricto examen judicial.

«Pero ni se les pase por la imaginación, si lo piensen siquiera lejanamente, que vamos a permitir que se toque el freno a la deuda», advirtió Merz. Se refería a las alusiones a diferencias internas en su partido al respecto: mientras la dirección y las bases se oponen firmemente, algunos destacados miembros en puestos de responsabilidad gubernamental, como el presidente regional de Berlín, Kay Wegner, se han mostrado abiertos a la reforma.

El FDP ha abierto una consulta no vinculante a sus bases sobre la posibilidad de abandonar el Gobierno

El descrédito generalizado de la 'coalición semáforo' se refleja en las encuestas: si hoy hubiera elecciones en Alemania, el SPD obtendría el 14% de los votos; Los Verdes, el 15%; y los liberales del FDP apenas alcanzarían el mínimo 5% que exige la presencia parlamentaria. Por su parte, la CDU sigue instalada en el 30%, y el partido de derecha populista y antieuropeo Alternativa para Alemania (AfD) no baja del 21%.

El FDP ha abierto una consulta no vinculante a sus bases sobre la posibilidad de abandonar el Gobierno y esa misma postura ha sido defendida por parte de Los Verdes en el congreso celebrado el pasado fin de semana. El presidente de Baviera, Markus Söder, pide de hecho elecciones anticipadas que coincidan con las europeas de junio.