Pedro Sánchez insufla aire a Alvise Pérez para dañar a PP y Vox y descarta elecciones hasta 2027>
Desde que Vox irrumpió en el Parlamento andaluz en diciembre del 2018, el PSOE ha utilizado el miedo a la «extrema derecha» como acicate electoral. Lo hizo Sánchez en las generales del 2019, en las del 2023 y recientemente en las europeas del domingo. Primero, igualaba a PP, Ciudadanos y Vox; después, a PP y Vox; y ahora, a PP, Vox y Se Acabó La Fiesta (SALF, el partido del antisistema Alvise Pérez). En sus respuestas de este miércoles a Núñez Feijóo y al presidente de Vox, Santiago Abascal, el jefe del Ejecutivo ha solemnizado esa estrategia nada menos que desde su escaño en el Congreso.
Justo hace una semana, el presidente empezó a citar al populista Pérez en el mitin de Benalmádena (Málaga) en el que apareció junto a su mujer, Begoña Gómez, después de conocerse su citación judicial como imputada. En la sesión de control de este miércoles, el presidente no ha dicho ni una sola palabra sobre su esposa ni tampoco sobre la investigación, entre otras cosas, por supuesto fraude fiscal a su hermano David. SALF tiene tres eurodiputados, pero no ostenta representación en el Congreso de los Diputados. Aun así, Sánchez ha convertido en protagonista de la sesión de control a su líder, Alvise Pérez, igual que no paraba de hablar de Vox cuando aún era un partido extraparlamentario.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha optado por agotar todo su tiempo en una única intervención, en la que ha enumerado los varios motivos por los que a su juicio Sánchez debería anticipar las elecciones generales. El presidente le ha dejado claro que no tiene intención alguna de celebrar los comicios antes del 2027, a pesar de que ni siquiera ha sido capaz de presentar los presupuestos generales del Estado. El dirigente popular ha denunciado la parálisis del Gobierno, ha afirmado que tanto el Ejecutivo como el entorno del presidente están «acorralados» por casos de corrupción y ha apuntado que sus socios «empiezan a hacer aguas» y le están haciendo perder varias votaciones.
«Sé que me contestará con la ultraderecha, el fango y Franco. No eternice lo que es inviable, esto ya no da más de sí», pedía Núñez Feijóo, asumiendo ya que el jefe del Ejecutivo iba a hacer caso omiso a sus preguntas. Aun así, lo intentó: «No tiene un Gobierno sólido, no tiene mayoría garantizada, no tiene presupuestos. Solo tiene una posibilidad, ¿le va a entregar la Presidencia a Puigdemont para gobernar un poquito más?». Ni mención. Antes, el líder del PP hurgaba en la herida: «Hay una manipulación fraudulenta del CIS, la Justicia le ha dicho que le deje trabajar en paz, aplicar la amnistía no va a ser coser y cantar, ha estafado a los votantes de Cataluña, otra persona de su círculo más íntimo vuelve a estar investigada y tiene una vicepresidenta que ha dimitido un poquito. Aún es miércoles».
Sánchez sonreía en su escaño. Con sorna, ha felicitado al presidente del PP por la victoria de su partido en las elecciones europeas del domingo: «Enhorabuena. Con su resultado ha logrado que los suyos le permitan seguir al frente del PP un poco más». Justo después, ha metido ya a Pérez en la ecuación: «Lo que va a suceder en 2027 es que se van a presentar tres ultraderechas, la suya, la de Abascal y la de Alvise. Y vamos a ganarles a los tres».
El líder de Vox, Santiago Abascal, cuestionaba a Sánchez si está dispuesto a meter a España en una guerra, por los recientes líos diplomáticos con Argentina y, especialmente, con Israel, y este le reprochaba su reciente encuentro en Tel Aviv con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Pero después de ese paréntesis internacional, el jefe del Ejecutivo, y cuando Abascal ya no tenía opción a réplica, ha retomado la estrategia seguida antes con Núñez Feijóo: «Comprendo su nerviosismo. Le ha salido un duro rival. Estaba acostumbrado a hacer afirmaciones de mucha hipérbole, a competir en el ámbito ultraderechista con el señor Feijóo, y ahora le ha salido de competidor el señor Alvise. Sé que somos un problema para esa internacional ultraderechista de tres cabezas». «Usted salió del PP. Alvise sale de Vox. Son como esas muñecas rusas, tres cabezas. En 2027 volverán a perder», ha zanjado, alejando el anhelo de elecciones anticipadas.
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