JK Rowling arremete contra la política 'trans' del Partido Laborista en Reino Unido

JK Rowling ha irrumpido en la campaña electoral británica con un alegato contra el Partido Laborista por sus políticas trans. Rowling, que llegó a donar a los laboristas más de un millón de euros durante el mandato de Gordon Brown, se ha desmarcado abiertamente del aspirante a primer ministro Keir Starmer por la actitud "ofensiva y despectiva del partido hacia las mujeres que están luchando por conservar sus derechos".

"Tengo la impresión de que, hasta que tuvo una conversación con Tony Blair, Starmer no acabó de entender cómo él y su mujer han podido producir hijos", escribió la autora de Harry Potter en un artículo de opinión en The Times. Rowling se refería a las recientes declaraciones del líder laborista, matizando sus declaraciones anteriores y reconociendo que "una mujer biológica tiene una vagina y un hombre tiene un pene".

La escritora inglesa afincada en Escocia, donde libró una dura batalla contra la Ley Trans (varada actualmente en los tribunales por el bloqueo del Gobierno conservador), no ha llegado a pedir directamente el boicot al Partido Laborista, pero ha admitido que está pasando por "una lucha interna" para decidir su voto en la cita electoral del 4 de julio.

Rowling ha reconocido que "no confía" en el juicio de Keir Starmer sobre el tema y que tiene una "mala opinión" sobre él. Starmer replicó a su paso por Escocia alegando que "respeta" la opinión de la escritora y asegurando que el Partido Laborista "tiene un largo historial de defensa de los derechos de las mujeres".

"Si el sexo no es real, corremos el riesgo de borrar la realidad de las mujeres a escala global", reiteró la autora de Harry Potter, que se ha enfrentado a todo el plantel de actores de las películas inspiradas por sus libros con su defensa enconada del sexo biológico, lo que le ha valido la calificación despectiva de TERF(Feminista Radical Trans-Excluyente).

JK Rowling acusa al Partido Laborista de haber caído en las redes de "la ideología de género", advierte que "un gran número de mujeres se sienten aterrorizadas ante los activistas trans" y recuerda que ella misma podría empapelar su casa de Edimburgo con las amenazas de muerte que ha recibido desde que decidió lanzarse al debate en las redes.

Ameliese Dodds, portavoz de Igualdad de los laboristas, ha recalcado entre tanto que su partido está dispuesto a abolir "las parte más inútiles y deshumanizadoras" de la legislación actual para la obtención de certificados de reconocimiento de género (GRC, por sus siglas en inglés).

En su manifiesto electoral, el Partido Laborista propone efectivamente "hacer más fácil la transición legal", eliminando la necesidad de probar que se ha vivido dos años con el nuevo género antes de poder obtener el certificado. La espera obligatoria se sustituiría por un "período de reflexión".

El Partido Laborista llegó a respaldar la posibilidad de obtener un certificado sin necesidad de un diagnóstico médico, pero dio marcha atrás ante la polémica causada por la Ley Trans impulsada por el Partido Nacional Escocés (SNP). En su manifiesto electoral se propone en cualquier caso eliminar la necesidad de que un panel de médicos evalúe el diagnóstico de disforia de sexo, de manera que bastará el diagnóstico de un solo doctor.

"Vamos a modernizar, simplificar y reformar el sistema intrusivo y obsoleto que está ahora mismo en vigor", aseguró un portavoz laborista a The Times. "Vamos a suprimir los procesos que puedan considerarse indignos para la comunidad trans que busca reconocimiento y aceptación".

Activistas como Stephanie Davies-Arai, al frente de Transgender Trend, han destacado que la opinión de JK Rowling cuestionando las políticas trans de los laboristas es "compartida por muchas mujeres que sienten una legítima preocupación por su pérdida de derechos". Kellie Jay Keen, que renunció a su militancia laborista en el 2016 por la misma cuestión, ha acusado a Keir Starmer de "cobardía" por plegarse a las presiones de la izquierda dura y "no ser capaz de decir lo que piensa: que una mujer es una mujer, y punto".

Rachel Cashman, ex responsable de la política de igualdad de género del Partido Laborista, ha reclamado abiertamente a Keir Starmer que reflexione sobre los argumentos de JK Rowling, "que habla por muchas mujeres que están hartas de ser descalificadas como "tóxicas" en este debate".

El primer ministro Rishi Sunak se sumó al debate el lunes acusando al Partido Laborista de "eliminar las protecciones a los derechos de la mujeres" con la modificación de los certificados de reconocimiento de género y "crear vacíos legales que pueden ser explotados por actores de mala fe".