Mueren más de 20 civiles en un ataque atribuido a yihadistas en el centro de Malí>

Otro funcionario provincial había declarado por la noche que una veintena de personas murieron y que la situación de seguridad impidió a las autoridades desplazarse hasta el lugar. Sin embargo, un representante de la juventud local dijo que el Ejército había llegado después.

Los dos funcionarios de la autoridad provincial hablaron bajo condición de anonimato en vista de sus cargos y del silencio establecido sobre tales acontecimientos bajo la junta militar, que tomó el poder en 2020 con un golpe de Estado.

El ataque tuvo lugar el pasado lunes por la tarde durante la celebración de una boda, si bien la cifra de fallecidos aún es provisional debido al caos generado tras la destrucción del pueblo, de mayoría dogón, según ha podido confirmar la emisora Radio France International (RFI) tras consultar a numerosas fuentes locales.

Los ciudadanos locales han confirmado que hay personas desaparecidas y que los asaltantes prendieron fuego a las viviendas, a los graneros y al centro de salud, además de llevarse al ganado. Tras ello, atacaron el cercano pueblo de Sokorokanda, matando a otras dos personas.

El JNIM suele realizar este tipo de acciones en la mencionada región, y suelen aumentar durante la estación de lluvias, que comienza en junio y acaba en septiembre, especialmente contra aquellas poblaciones que se niegan a aceptar sus demandas y que suelen albergar puestos de cazadores dozo, que a menudo ejercen como grupos de autodefensa.

Este es el último incidente letal en este paupérrimo país enclavado en la región del Sahel y sumido en una crisis múltiple desde el desencadenamiento en 2012 de insurrecciones independentistas y yihadistas en el norte.

El centro de Malí es uno de los principales escenarios de esta violencia, que ha dejado miles de muertos y cientos de miles de desplazados.