

Mientras el foco internacional está puesto en el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, el régimen de Kim Jong-un continúa provocando tensiones en la región de Asia-Pacífico después de lanzar este jueves un misil balístico intercontinental (ICBM) que cayó en el Mar de Japón.
Desde Tokio y Seúl, que estuvieron siguiendo desde temprano el lanzamiento, detallaron que el cohete voló durante una hora y 27 minutos y recorrió una distancia de unos 1.000 kilómetros, lo que sería el proyectil de los muchos disparados por Corea del Norte que más tiempo ha pasado en el aire.
Esta nueva prueba balística de Pyongyang llegaba unas horas después de que, desde Washington, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, participaran en una comparecencia conjunta para dar detalles sobre los 11.000 soldados norcoreanos que estarían apoyando a Rusia en su guerra contra Ucrania.
Austin aseguró que tropas norcoreanas vestidas con uniformes y armas rusas se dirigían hacia la región fronteriza de Kursk, donde el ejército de Putin ha estado luchando para repeler una incursión ucraniana. "Es muy probable que Rusia utilice estas tropas en combate. Este despliegue tiene el potencial de ampliar o prolongar el conflicto en Ucrania", subrayó Austin.
En Seúl, la oficina presidencial ha apuntado a que más de 3.000 de estos soldados norcoreanos estarían ya desplazados a zonas de combate en el oeste de Rusia, mientras que funcionarios ucranianos han dicho que tropas norcoreanas están estacionadas a 50 kilómetros de su frontera.
Informaciones que negó el miércoles Vassily Nebenzia, embajador de Rusia ante las Naciones Unidas. "Todas estas declaraciones sobre los soldados norcoreanos en nuestro frente no deberían sorprender a nadie porque son todas mentiras descaradas", afirmó. En Rusia se encuentra en estos momentos de visita la ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, que es la segunda vez que pisa el país en las últimas seis semanas.
"El contingente norcoreano en territorio ruso ha abierto una nueva página en esta guerra", dijo el miércoles el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el primero en advertir la semana pasada de que los soldados de Corea del Norte se dirigían hacia Kursk. "Me reuní con muchos líderes diferentes y les dije que esto es muy peligroso y que necesitamos una reacción firme al respecto. Hasta ahora hemos escuchado algunas reacciones, pero no son lo suficientemente fuertes", reprendía Zelenski.
La semana que viene, para discutir el envío de tropas norcoreanas a Rusia, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, visitará Corea del Sur, país que estaría sopesando suministrar directamente armamento por primera vez a Ucrania. Un legislador del partido gobernante ha dicho este jueves que el Ejecutivo, como respuesta a la estrecha alianza militar entre Kim Jong-un y Vladimir Putin, se estaría planteando enviar a Kiev misiles tierra-aire.
En Seúl también están preocupados por los últimos movimientos que han notado en el país vecino en lo relacionado a un nuevo ensayo nuclear. La agencia de inteligencia surcoreana advirtió ayer a los legisladores que Pyongyang estaría completando los preparativos para su séptima prueba nuclear, la primera desde 2017. También que Kim Jong-un habría pedido a Moscú tecnología avanzada para su programa nuclear y de misiles balísticos a cambio de enviar más efectivos para luchar contra el ejército ucraniano.
Tras la última demostración de fuerza de Corea del Norte con el lanzamiento del ICBM, que viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, los medios norcoreanos han citado declaraciones del líder supremo manifestando que la prueba es una demostración de "voluntad de contraataque" del país contra sus rivales (Seúl, Washington y Tokio), a los que acusa de intensificar las tensiones en la región y de formar una alianza que amenaza su hermético régimen autoritario.
La respuesta de Corea del Sur y Estados Unidos ha sido afirmar que estrecharán su alianza de seguridad con nuevos "ejercicios combinados que implican el despliegue de activos estratégicos estadounidenses".