La patronal Foment del Treball advierte de que el impuesto a la banca pone en peligro la obra social de La Caixa

Una semana después de alertar de las consecuencias que tendría para la economía española la prórroga del impuesto extraordinario a las empresas energéticas, la patronal catalana Foment del Treball lanza una nueva advertencia al Gobierno de Pedro Sánchez, esta vez centrada en el gravamen especial sobre las entidades bancarias, creado también hace dos años, en un contexto de subida de los tipos de interés, y que el Ejecutivo quiere convertirlo ahora en permanente. "Debe repensarse, no se pueden hacer ordinarias medidas extraordinarias", sostiene la entidad presidida por Josep Sánchez Llibre.

Como medida para paliar los efectos de la inflación y la guerra en Ucrania, este tributo temporal fue aprobado hace dos años para gravar al 4,8% los intereses y comisiones generados en España por las entidades que facturan más de 800 millones de euros. A través de un comunicado, Foment reclama a los Ministerios de Economía y de Hacienda que desistan en su intención de mantener el impuesto "por el efecto negativo que tendría en el ahorro".

Pérdidas de 15.000 millones

"La aprobación de un tributo permanente a la banca tiene, en Cataluña, un impacto directo inmediato de 15.000 millones de euros", critica la patronal. Esta cifra vendría dada por "la restricción de crédito para inversiones productivas y la pérdida de valor de las entidades financieras afectadas". La entidad indica que su estimación es de "9.500 millones menos en préstamos para financiar inversiones productivas" y de "una pérdida de valor para los accionistas de entre 6.300 y 6.800 millones de euros, que podría alcanzar los 11.000 millones en función de las características finales del impuesto".

Esta medida afecta "básicamente a accionistas y ahorradores, más que a las propias entidades", asegura Foment, que señala otro efecto derivado de mantener este impuesto: "Pone en peligro la continuidad de la obra social de la Fundación Bancaria La Caixa.

Reforma aplazada

La semana pasada, el Gobierno aplazó la reforma para convertir en permanentes los gravámenes extraordinarios sobre banca y energéticas ante la falta de apoyos parlamentarios, ya que tanto Junts per Catalunya como el PNV manifestaron que no votarían a favor en el Congreso de los Diputados. El Ejecutivo necesita aprobarlo antes del 31 de diciembre para que tributen por los beneficios de este año.

La recaudación de 2024 por aportación de las entidades financieras, a cuenta del pasado ejercicio, ha sido de 1.695 millones de euros. En conjunto, los cinco grandes bancos españoles (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter) tuvieron en 2023 un beneficio récord de algo más de 26.000 millones.

El pasado jueves, las dos grandes patronales del sector bancario, AEB y CECA, expresaron "un enérgico rechazo" hacia una medida que consideran que ya no está justificada porque la subida de los tipos de interés en la que se amparaba el Gobierno se ha revertido.