Trump echa de menos a Rusia y a China en el G7, el club de las grandes democracias occidentales
El presidente de EE.UU. llegó a Kananaskis, un resort turístico en las Montañas Rocosas de Canadá, a una hora y media de Calgary, con un ataque preparado contra dos de sus rivales políticos favoritos.
«Este G7 se llamaba antes G8, pero Barack Obama y una persona con apellido Trudeau no querían que aquí estuviera Rusia», dijo Trump sobre uno de sus antecesores y sobre quien fue primer ministro de Canadá hasta esta primavera, Justin Trudeau.
Rusia se incorporó al club en 1997, tras la caída de la Unión Soviética y cuando se empezaron a celebrar elecciones en el país. Y estuvo hasta 2014, cuando fue expulsada por la anexión de Crimea, territorio de Ucrania, una vulneración flagrante de la ley internacional.
«Eso fue un error, porque ahora no habría una guerra si Rusia siguiera dentro y tampoco habría una guerra si Trump hubiera sido el presidente hace cuatro años», dijo sobre la elección que perdió en 2020 frente a Joe Biden.
Todo esto lo dijo en un breve encuentro con la prensa junto a su anfictiónico, el actual primer ministro canadiense, Mark Carney, en un momento de deterioro diplomático entre ambos países por la insistencia de Trump en anexionar al país vecino y convertirlo en el 51º estado de EE.UU. y por la guerra comercial que ha desatado contra él.
«Yo ya dije entonces que fue un gran error y todavía no estaba en política», insistió Trump sobre la salida de Rusia.
«Nos pasamos el día hablando de Rusia y ya no está en la mesa, así que hace la vida mucho más complicada», lamentó.
Preguntado si Putin debería estar ahora en Canadá, después de tres años de guerra contra Ucrania, en la que EE.UU. ha apoyado de forma decidida al país agredido, Trump aclaró que él no decía que Rusia debería ser miembro «llegados a este punto».
Si Rusia tenía que haber seguido, pese a todo, en el G7, ¿por qué no China? Un periodista se lo preguntó y Trump no cerró la puerta: «Bueno, no es mala idea, no lo veo mal, si alguien quiere sugerir que venga China. Pero lo que queremos es que haya gente a la que podamos hablar».
«Ellos no hablan», dijo en referencia a Putin y sus socios tradicionales occidentales. «Putin habla conmigo, no habla con nadie más. No quiere hablar porque fue muy insultado cuando le echaron del G8, como ya también me hubiera sentido. No habla con la gente que le echó. Y yo estoy de acuerdo con él».