Último esfuerzo por reconducir la diplomacia nuclear iraní antes del regreso de Trump

En un último esfuerzo por reconducir la política nuclear de Teherán antes del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, representantes de Francia, Alemania, Reino Unido y la UE se reunieron con funcionarios iraníes, en un intento de crear un espacio de distensión entre ambas partes. Se trata del segundo encuentro en Ginebra en apenas dos meses, tras unas conversaciones cargadas de desconfianza mutuay acusaciones de no cumplir promesas. A ello se le suman las crecientes críticas europeas por el apoyo de Irán a Rusia en la guerra en Ucrania.

Los países europeos asistentes forman parte del JCPOA, el acuerdo nuclear firmado en 2015 en el que Irán se comprometía a limitar el enriquecimiento de uranio a cambio de un alivio de las sanciones. El pacto fracasó en 2018 después de que Trump se retirara y volviera a imponer sanciones, incentivando las divisiones entre ambas partes. Si bien Teherán se ajustó a las condiciones del acuerdo, tras la retirada de Washington empezó a dar marcha atrás en sus compromisos, mostrándose cada vez menos transparente ante las instituciones reguladoras. Investigaciones recientes apuntan que Irán ha disparado el enriquecimiento de uranio en los últimos meses y tiene suficiente como para crear armas nucleares en pocos días, si bien no lo ha llevado a cabo hasta la fecha.

"Esto no son negociaciones", declaró el ministerio de Exteriores alemán, remarcando su falta de optimismo para lograr algún acercamiento con Teherán. "Continuamos trabajando por una solución diplomática al programa nuclear iraní, cuyo progreso es extremadamente problemático", señaló por su parte, el ministerio de Exteriores francés. Días antes el presidente francés, Emmanuel Macron, señaló que Irán es el principal "desafío estratégico y de seguridad" para Europa en Oriente Próximo tanto por su programa nuclear como por su apoyo a grupos paramilitares antiisraelíes. "La aceleración del programa nuclear nos acerca al punto de no retorno", advirtió Macron, tras anunciar su intención de tratar con la nueva administración estadounidense "la cuestión iraní".

Las últimas conversaciones entre Teherán y países europeos propiciaron la aprobación de una resolución del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que acusaba a Irán de falta de transparencia en su programa nuclear. Teherán por su parte, respondió a la moción activando centenares de centrifugadoras avanzadas para enriquecer más uranio. "La fórmula que tenemos en mente para resolver la cuestión nuclear es la misma que la fórmula del acuerdo de 2015, generar confianza sobre nuestro programa a cambio de eliminar las sanciones", declaró el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, sobre el encuentro en Ginebra.

Sin embargo, el margen de maniobras diplomáticas se acaba. Pese a la retirada estadounidense del acuerdo nuclear, el pacto sigue vigente hasta el 18 de octubre de este año. Si se llega a la fecha sin un nuevo acercamiento, los gobiernos podrían reimponer rápidamente sanciones contra Irán que según los analistas, podrían tener efectos impredecibles dada los conflictos latentes en Oriente Próximo. A ello se le añade el temor de que Irán, arrinconado tras el debilitamiento de aliados en Gaza, Siria y Líbano, opte por acelerar su programa nuclear para mantener su poder como actor regional.