Aislados en una cabaña, sin agua y sin luz: así vivió una mujer finlandesa en busca y captura con su hijo en la montaña de Cantabria>

A principios de febrero la Guardia Civil recibió la notificación de las autoridades finlandesas de que esta mujer y el niño podían estar en España. Según esa información, se encontrarían en un punto del norte de España distinto a Cantabria, lo que se descartó rápidamente, o en la zona de la Vega del Pas, que es donde se centraron las pesquisas.

Los agentes se entrevistaron a finales de mes con varios de los vecinos de esa pequeña población cántabra, que confirmaron que habían visto por allí a una mujer de aspecto extranjero y un chaval que, desde luego, no estaba escolarizado. Además, les indicaron una zona en la que podrían encontrarse. Se trataba del paraje conocido como La Costera, pero las investigaciones en esa zona resultaron infructuosas.

Ante esa situación los investigadores decidieron explorar otras posibilidades. Sabían, por los vecinos, que en otra zona conocida como Bustalpellón, en el mismo término municipal, había zonas boscosas en las que se habían construido cabañas para que los pastores pudieran refugiarse allí cuando llevaban el ganado para que tuvieran pastos frescos.

La primera pista sobre el paradero de la mujer y su hijo se encontró al final de una pista forestal, en un paraje llamado el Estallo, donde se localizó el automóvil de la finlandesa, según se comprobó nada más pasar por las bases de datos la matrícula del vehículo. Sin embargo, no había nadie a su alrededor y además estaba estacionado en un punto a partir del cual ya era imposible moverse en coche.

Batidas de paisano para no levantar sospechas

Los guardias civiles, de paisano para no levantar sospechas, organizaron batidas a partir del lugar donde se encontraba el vehículo. No tardaron mucho en encontrar una cabaña en la que había indicios de que estaba habitada. Era llamativo, porque a estas alturas del año ese tipo de edificaciones suelen estar vacías.

Montado el dispositivo de vigilancia oportuno, el 26 de marzo pasado los agentes procedieron a la identificación de la mujer y el niño, confirmando que se trataba de las personas buscadas. Los dos estaban en buen estado a pesar de las duras condiciones en las que vivían. La madre ingresó en prisión por orden judicial a la espera de ser trasladada a su país -está acusada de sustracción del menor-, mientras que el niño viajó a Finlandia para reunirse con su padre.