Sánchez admite que pensó en dimitir pero ahora quiere seguir e incluso buscar la reelección

En su segunda entrevista desde su desaparición durante cinco días de la escena pública, Pedro Sánchez empieza a explicar con más detalle qué pasó por su cabeza, cómo fue el proceso que le llevó a este inédito periodo de reflexión que ha llevado a una enorme angustia al PSOE y a buena parte del mundo progresista ante la posibilidad de que dimitiera. En la cadena SER, frente a Ángels Barceló, y en tono apesadumbrado, Sánchez ha admitido que estuvo a punto de dimitir. “He estado mal, me he llegado plantear si seguir o no”, ha llegado a decir nada más arrancar la entrevista.

Sin embargo, el líder del PSOE sostiene que después de esa reflexión, y del apoyo que ha recibido, ahora no solo está dispuesto a seguir, sino que ni siquiera se plantea un debate sucesorio porque quiere terminar la legislatura e incluso buscar la reelección. Estos cinco días han llevado al PSOE al abismo entre otras cosas porque se ha visto con claridad que no había una sucesión preparada, que la dependencia del líder es total, algo que inquieta a muchos dirigentes pensando en el futuro, pero Sánchez no ha abierto siquiera la puerta a plantearse ese debate, de hecho parece querer cerrarlo.

“Me he enfrentado a una situación personal inédita. Lo he pasado mal, he dormido muy poco, he comido menos, pero he encontrado la fuerza necesaria para enfrentar a esta ola reaccionaria y defender la democracia. Y trasciende a esta legislatura. Estoy con ánimo para estos tres años y los que quieran los españoles con su voto. Creo que los proyectos políticos son las ganas, las convicciones, los contenidos. Si los españoles quieren que continúe siendo líder del PSOE, mientras yo tenga ganas lo voy a hacer. Creo en la política, en su poder transformador. Tenemos un modelo de éxito. Hemos demostrado que se puede crear empleo y subir el SMI, que se puede subir las pensiones y bajar el déficit público”, ha señalado.

Sánchez sigue sin concretar el plan de regeneración democrática que prepara ahora la Moncloa y que parece ser el mensaje principal que ha salido de su reflexión de cinco días. Solo tiene la idea, la necesidad de luchar contra lo que llama “la máquina del fango”, un término de Umberto Eco. Y en cuestiones concretas que están pendientes, Sánchez se ha abierto más claramente, aunque sin contestar del todo, a la posibilidad de cambiar la ley para poder renovar el Poder Judicial por mayoría absoluta, esto es, sin el PP. El líder del PSOE intentó esa maniobra en 2021, pero se echó atrás por el rechazo de la Comisión Europea. Ahora esa idea vuelve con fuerza y la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, lo ha defendido expresamente en una entrevista en Radiocable. Sánchez es más ambiguo, pero apunta en esa dirección. “Si el PP continúa en el bloqueo, el Parlamento necesitará articulará mecanismos para sacar de esta situación tan lamentable en la que ha metido el PP al Poder Judicial. No le puedo decir si con cambio de mayorías o no, le digo que la responsabilidad del Gobierno será renovar el CGPJ, y lo vamos a llevar a efecto, espero contar con una mayoría parlamentaria para llevarlo a efecto”, ha rematado.

El presidente aún no tiene un plan claro para luchar contra la máquina del fango, e insiste en que no lo puede “hacer solo”, y por eso pide el concurso de toda la sociedad. Pero sí apunta algunas ideas. Una de ellas es la revisión de la financiación pública de lo que define como “pseudomedios” que según él se dedican a difundir bulos. Sánchez cree que no se está cumpliendo la ley de publicidad institucional con estos medios, ya que hay limitaciones en ella para los que no difunden información veraz y contrastada, un derecho constitucional al que el presidente ha apelado. El artículo 20 de la Constitución habla del derecho de los ciudadanos “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”. Sánchez apunta así a la financiación por parte de algunos organismos de ayutamientos o comunidades autónomas, en particular en el PSOE suelen apuntar a Madrid, de algunos medios que han tenido incluso condenas sistemáticas por difundir información falsa. Es un asunto muy delicado, en el que La Moncloa nunca ha entrado en serio, pero ahora parece dispuesta a explorarlo. En el PSOE creen que muchos de estos medios, la mayoría ubicados en Madrid, se convierten realmente en instrumentos financiados por la Comunidad de Madrid para atacar a sus rivales políticos con falsedades. “Tendremos que desvelar las piezas, el dinero que hay detrás, tendremos que desvelar la praxis. Los ciudadanos tienen el derecho a tener una información veraz. Si se confunde la verdad con la mentira, la difamación con el respeto al adversario, pervertimos la democracia. Tenemos un problema muy serio, asumo el compromiso de liderar esa tarea de regeneración democrática que necesita nuestro país”, ha explicado.

Sánchez también ha entrado en el delicado asunto del law fare, e incluso ha llegado a decir que el espionaje a su familia en 2014 por parte del Gobierno del PP, para ver si había algo con lo que perjudicar su imagen, es law fare, aunque allí no había jueces implicados. “Que yo he sufrido law fare en el pasado, es evidente. Los medios están revelando que fui sido objeto de espionaje en 2014. Eso ahora ya no existe. Ya no hay policía patriótica. Salió del Estado como consecuencia de la regeneración democrática que empezamos en 2018. Espero que haya justicia con este asunto. Pero es lamentable que el PP no diga ni siquiera lo siento, perdón, se cometió un error”.

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También ha entrado en los ataques contra su esposa, Begoña Gómez. “En lo que afecta a mi esposa, como presidente, yo digo cuando hay un caso de corrupción, como se ha visto desgraciadamente con el caso Koldo, yo actúo en consecuencia, no permito la impunidad. Quien haya hecho algo que lo pague. Pero yo también confío en que las personas son inocentes sean declaradas como tales. Hasta los denunciantes, esta organización ultraderechista [Manos Limpias] dicen que había información no contrastada y falsa y que la justifiquen los medios que la publicaron. La fiscalía ha pedido el archivo. Se acusa en base a información no contrastada. ¿Tengo que responder a acusaciones que no están probadas?”, se ha preguntado.

Sánchez sostiene que en el fondo todo parte de una deslegitimación de cualquier presidente progresista en España por parte del PP. “Esto no va de mí. Aznar dijo quien pueda hacer que haga. Esto es una campaña de acoso y derribo. Feijoo dijo España necesita un gobierno democrático. ¿No tenemos un gobierno democrático? Desde que Aznar llegó a presidente, no se asume el resultado de las urnas, se quiere deponer gobiernos con campañas de fango, se llame Pablo Iglesias, Irene Montero, Ada Colau, Carmen Calvo, Nadia Calviño. He tenido que escuchar que mi mujer lo que tiene que hacer es no trabajar, renunciar a su desarollo profesional por el mío. Yo trabajo por una España en la que las mujeres tengan igualdad”, ha rematado el presidente.

“He visto cómo las casas del pueblo son atacadas, hay piñatas con la figura del presidente golpeadas. Estas situaciones son cotidianas, hay gente que puede pensar esto va en el cargo, que forma parte del juego. No es así. No se nos puede pedir una resistencia numantina. La libertad de información no es libertad para difamar. Es verdad que es un fenómeno muy madrileño, porque aquí se concentra buena parte del poder económico y mediático. Aquí se dice como gracia esto de me gusta la fruta. Esto está quebrando la convivencia. Es artificial, hay empleo, las cosas van razonablemente bien, pero el fango está colonizando toda la conversación pública”, se ha quejado Sánchez, que ahora parece haber convertido este asunto en una prioridad absoluta de su Gobierno, aunque de momento sigue sin concretar qué plan de ataque tiene.

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