Sánchez hace de María Jesús Montero su Alfonso Guerra un cuarto de siglo después

Pedro Sánchez reúne este lunes a la Ejecutiva Federal del PSOE, a la que la vicesecretaria general, María Jesús Montero, acudirá con un nuevo galón en la pechera: el de vicepresidenta primera del Gobierno. Desde que se deshizo el tándem Felipe González-Alfonso Guerra no había vuelto a repetirse la situación de que la persona que ostenta la categoría de número dos en La Moncloa ocupara también esa misma posición dentro del organigrama del partido.

La cuestión interna ahora es si esa concentración total de poder es provisional hasta que se realicen los "ajustes" que se van a hacer en la cúpula de Ferraz con vistas a este nuevo año político, marcado por tres citas electorales, o si terminará por perpetuarse. Sobre esta decisión hay un "hermetismo total" del que sólo está exento el núcleo duro del presidente del Ejecutivo y secretario general de los socialistas, según las fuentes consultadas por este periódico.

No obstante, la creencia más extendida es que Sánchez quiere "potenciar el vínculo entre el Gobierno y el partido", poniendo fin así a una bicefalia que se mantenía desde hace un cuarto de siglo, para que haya una "mejor coordinación de las estrategias". "Eso es algo que Nadia [Calviño] no tenía, pero María Jesús sí", señala un cargo del PSOE en alusión a que la predecesora de Montero como vicepresidenta primera del Gobierno ni siquiera estaba afiliada.

El único cambio seguro por ahora es el de la sustitución de la portavoz del partido, Pilar Alegría, después de que haya sido aupada para ocupar este mismo puesto en el Consejo de Ministros, aunque tampoco se ha comunicado quién será su relevo. En este caso no hay precedentes en la compatibilización de ambos cargos ya que se considera imprescindible diferenciar entre los mensajes dentro del marco institucional que se emiten desde la sala de prensa de La Moncloa y los netamente políticos de la de Ferraz.

González saluda desde el balcón con Guerra detrás.
González saluda desde el balcón con Guerra detrás.EFE

La previsión es que la reestructuración se materialice durante la celebración de la conferencia política que el PSOE ha convocado para el 20 y el 21 de enero en La Coruña con la intención de trazar las líneas maestras de este primer tramo de legislatura, que electoralmente arranca con los comicios gallegos adelantados al 18 de febrero. Fuentes de la dirección apuntan que como las sustituciones afectarán a menos de un tercio de los miembros de la Ejecutiva -compuesta por unas cuarenta personas- no precisan ser aprobadas por el Congreso Federal, que se convoca con carácter ordinario cada cuatro años.

En paralelo al trámite de los ajustes internos, Sánchez afronta su primer Rubicón desde la investidura este mismo miércoles, cuando se vota en el Congreso el Real Decreto ómnibus que incluye medidas como la prórroga de los descuentos en el transporte público y la reducción del IVA de los alimentos. Por ahora Junts mantiene el pulso con el Ejecutivo de coalición que ayudó a constituir hace menos de dos meses y amenaza con oponerse esgrimiendo el argumento de que contiene un artículo que paraliza la despenalización del procés si el caso acabara en manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Ley de Amnistía

La siguiente meta volante será precisamente la tramitación de la Ley de Amnistía con la que se eliminarían las responsabilidades de los implicados en el referéndum y la declaración de independencia de Cataluña de 2017. En el partido de Carles Puigdemont no confirman si finalmente presentarán alguna enmienda parcial al texto -el plazo para hacerlo termina el 16 de enero-, mientras ERC sí se plantea solicitar formalmente la extensión de esta medida de gracia para los implicados en delitos de terrorismo sin resultado de muerte o lesiones graves, lo que cubriría la acción de los Comités de Defensa de la República (CDR).

Pese a las reticencias de los socios de investidura del PSOE, que le llevaron a presentar esta iniciativa sólo con su firma, en el equipo de Sánchez dan por hecho que la proposición va a recibir luz verde en el Congreso con los votos del bloque de investidura salvo el de Coalición Canaria, que desde el primer momento dejó clara su oposición a la medida. En este sentido, recalcan que están dispuestos a hacer "mejoras técnicas" al texto, pero que "lo sustancial no va a cambiar" para no correr el riesgo de que pueda ser declarado inconstitucional.

Elecciones gallegas

En estos momentos el principal quebradero de cabeza en el cuartel general de los socialistas son las elecciones en Galicia. "Hay una preocupación seria. Las expectativas no son buenas, pinta mal", resumen fuentes del partido. Su candidato a la presidencia de la Xunta, José Ramón Besteiro, no termina de tirar en los prolegómenos de la que será su primera campaña como cabeza de cartel frente a la aspirante del BNG, Ana Pontón, que afronta su tercer examen en las urnas liderando la oposición.

Según la última encuesta que maneja Ferraz, se encuentran "estancados" como tercera fuerza política "y con poco margen de mejora salvo que haya una movilización y el tema se polarice en clave nacional", lo que permitiría que los nacionalistas gallegos quedaran "desdibujados". "Lo que define nuestra situación ahora son dos palabras: preocupación y pesimismo", lamentan.

Y todavía faltan otras dos citas electorales este año: las europeas, que se celebrarán el 9 de junio, y las vascas, para las que aún no hay fecha. Respecto a esta segunda convocatoria, en el PSOE han negado esta semana con rotundidad que puedan apoyar a EH Bildu para desalojar al PNV de la Lehendakaritza si la aritmética parlamentaria lo permitiera después de haber hecho lo propio en la moción de censura del Ayuntamiento de Pamplona el pasado 28 de diciembre con toda una hemeroteca repleta de descartes de pactos con la formación de Arnaldo Otegi.