El Rey Carlos III agradece el trato médico recibido y desea paz en su mensaje navideño
En su tercer mensaje navideño, el Rey Carlos III del Reino Unido agradeció el trato médico recibido por él y su familia durante la enfermedad y recordó también las penurias que afrontan las víctimas de los conflictos en el mundo, informa Efe..
En una alocución pregrabada en la londinense capilla Fitzrovia y transmitida a las 15.00 GMT por radio y televisión, el soberano de 76 años se refirió a "los miles de profesionales y voluntarios en el Reino Unido y en toda la Commonwealth que, con su habilidad y la bondad de su corazón, cuidan a los demás, a menudo a un costo para ellos mismos".
"Todos pasamos por alguna forma de sufrimiento en alguna etapa de nuestra vida, ya sea mental o físico", afirmó el monarca, que desde febrero está en tratamiento oncológico.
"El grado en que nos ayudamos unos a otros -y recibimos apoyo de los demás, seamos personas de fe o no- es una medida de nuestra civilización como naciones", dijo.
"Desde un punto de vista personal, quiero expresar un agradecimiento especial y sincero a los médicos y enfermeros desinteresados que, este año, me apoyaron a mí y a otros miembros de mi familia en las incertidumbres y ansiedades de la enfermedad, y contribuyeron a proporcionar la fuerza, el cuidado y el consuelo que necesitábamos", declaró.
Carlos III mostró su gratitud a todos los que les ofrecieron "sus amables palabras de simpatía y aliento".
Tras rememorar a los veteranos que conoció en junio durante el 80 aniversario del Día-D de la segunda Guerra Mundial, constató que, en años anteriores, se pensaba que "esos trágicos acontecimientos rara vez ocurren en la era moderna".
"Sin embargo, en este día de Navidad no podemos dejar de pensar en aquellos para quienes los efectos devastadores del conflicto -en Oriente Medio, en Europa Central, en África y en otros lugares- suponen una amenaza diaria para la vida y el sustento", manifestó.
Carlos III, que al mismo tiempo es gobernante supremo de la Iglesia de Inglaterra, mencionó a "las organizaciones humanitarias que trabajan incansablemente para llevar ayuda vital" y reflexionó que el ejemplo que dio Jesús al ayudar a los que sufren "es atemporal y universal".
El soberano, que igualmente es cabeza de la Commonwealth (mancomunidad de exterritorios británicos), agregó que al acudir en octubre a la asamblea de sus líderes pudo constatar de nuevo "cómo la diversidad de cultura, etnia y fe proporciona fuerza, no debilidad".
"Una vez más, escuchar es un tema recurrente en la historia de la Natividad. María, la madre de Jesús, escuchó al Ángel que le reveló un futuro diferente lleno de esperanza para todas las personas", dijo.
"Esto sigue siendo cierto hoy para la gente de buena voluntad de todo el mundo. Y es con esto en mente que les deseo a ustedes y a todos sus seres queridos una Navidad llena de alegría y paz", concluyó el monarca.
Como marco para las alusiones a la salud, el mensaje se filmó en esta ocasión de manera excepcional en la capilla Fitzrovia, una joya de la arquitectura de inspiración bizantina originalmente al servicio del Hospital Middlesex, si bien actualmente está abierta a todo el mundo.
Este año fue la primera vez que el mensaje navideño del monarca, iniciado por Jorge V en 1932, se grabó fuera de una de las residencias reales desde 2006, cuando se filmó en la Catedral de Southwark, también en la capital británica.
Servicios de Navidad
El Rey Carlos III y miembros cercanos de la familia real asistieron a los servicios del Día de Navidad este miércoles en una iglesia en Sandringham, en la ventosa costa del Mar del Norte que ha servido como retiro para los royals durante generaciones. El monarca, que sufre de cáncer, saludó a una gran multitud de espectadores que tradicionalmente se reúnen fuera de la iglesia con la esperanza de ver el desfile real antes y después del servicio. También asistió la Princesa de Gales, la nuera del rey, quien ha vuelto lentamente a sus deberes públicos después de completar la quimioterapia.
Una cara familiar estuvo ausente de la escena tradicional fuera de la Iglesia de Santa María Magdalena: el Príncipe Andrés. El hermano del rey, de 64 años, se ha retirado aún más a las sombras en medio de noticias de que un empresario chino había sido vetado del Reino Unido debido a preocupaciones de que cultivara vínculos con Andrés en nombre del Partido Comunista Chino.
Andrés, que alguna vez fue el segundo en la línea de sucesión al trono británico, se ha convertido en una fuente constante de material para los tabloides debido a sus problemas financieros y vínculos con personajes cuestionables, incluido el difunto financiero estadounidense y condenado pedófilo Jeffrey Epstein.
Aunque Andrés se había retirado de los deberes públicos, ha seguido apareciendo en eventos familiares y su ausencia de Sandringham sugiere un mayor retiro de la vida pública. El rey ha estado bajo presión para poner más distancia entre Andrés y la familia real para evitar más vergüenzas a la monarquía.
Aunque Andrés ha dicho que nunca discutió nada sensible con el presunto espía chino y que cesó el contacto con el hombre tan pronto como se plantearon las preocupaciones, el escándalo plantea más preguntas sobre su juicio y distrae del trabajo de la familia real, dijo Ed Owens, autor de "Después de Elizabeth: ¿Puede salvarse la monarquía?".
"La razón por la que esto es un problema para el rey es simplemente que el rey está tratando de dar una nueva imagen a la monarquía en este momento, centrándose en él, pero también en William, Catherine, lo que están tratando de hacer", dijo Owens.
"Ha sido un año muy difícil para la monarquía, no solo por los dos diagnósticos de cáncer. Y todos los titulares positivos que el rey ha estado tratando de generar últimamente, desafortunadamente, están ensombrecidos por el comportamiento, el comportamiento imprudente, de su hermano menor, quien una vez más se encuentra en los titulares."