La policía de Corea del Sur intenta por segunda vez detener al presidente suspendido por declarar la ley marcial
La policía surcoreana está intentando en estos momentos detener al presidente suspendido de sus funciones por intentar dar un golpe de Estado el pasado diciembre declarando la ley marcial. Yoon Suk Yeol (64 años) está atrincherado en la residencia presidencial protegido por su equipo de seguridad, que se niega a dejar paso a los agentes para ejecutar la segunda orden de arresto que cae sobre el asediado líder conservador.
Desde la madrugada del miércoles (hora local), las televisiones surcoreanas han emitido imágenes de la policía, junto a agentes de la Oficina de Investigación de la Corrupción (CIO), tratando de abrirse paso entre una multitud que apoya a Yoon y que está concentrada en los alrededores de la residencia presidencial, ubicada en una colina en Hannam-dong, uno de los barrios más exclusivos del centro de Seúl.
A principios de enero, los investigadores fracasaron en su primer intento de detener al presidente al no poder traspasar la barrera de su guardia pretoriana, el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), alrededor de 200 agentes de las fuerzas de élite de la policía surcoreana. Estos bloquearon la entrada con un autobús como barricada y llenaron la puerta de alambre de púas, convirtiendo la casa de Yoon en una fortaleza.
El equipo de seguridad presidencial tiene la función de proteger al líder del país y Yoon, a pesar de estar suspendido, sigue siendo el presidente electo, por lo que estos guardaespaldas han considerado que la orden de arresto es una amenaza para la seguridad del presidente.
"La ejecución de la orden de arresto presidencial ha comenzado", anunció el miércoles el actual presidente interino Choi Sang-mok. "Esta situación es un momento crucial para mantener el orden y el estado de derecho en Corea del Sur", continuó.
Yoon fue apartado del poder el 14 de diciembre tras salir adelante el impeachment votado en el Parlamento. El martes, Yoon se ausentó de la primera audiencia en el Tribunal Constitucional de un juicio en el que los magistrados tendrán que decidir si validan la moción de destitución o restituyen al líder en el cargo.
Desafiando las gélidas temperaturas de la madrugada en Seúl, muchos manifestantes a favor de Yoon se reunieron en Hannam-dong para tratar de bloquear el segundo intento de arresto, mientras que las calles que rodean al reciento fueron cerradas por vehículos policiales.
Las autoridades dicen que se han desplegado a más de 1.000 agentes para ejecutar la orden de arresto contra el presidente que envió soldados armados al Parlamento bajo una efímera ley marcial. Si el operativo tiene éxito esta vez, Yoon se convertiría en el primer presidente en funciones en la historia de Corea del Sur en ser arrestado.