El cáncer de mama de Elle Macpherson y los peligros del no pensar

Eleanor Nancy Gow (Sídney, Nueva Gales del Sur; 29 de marzo de 1964), más conocida como Elle McPherson, fue top model en los años 80 y 90. Time le cedió su deseada portada en 1986 y en su Australia natal es tan famosa que hasta le dedicaron un sello de correos. Tan bien le fue en su negociado que en los 90 se la consideraba la modelo más rica del mundo, con una fortuna estimada por encima de los 40 millones de dólares. No es de extrañar que cumplidos los 60 haya decidido publicar sus memorias, tituladas simplemente Elle (porque, claro, Elle sólo hay una, como Elvis sólo uno hubo, el famoso privilegio de apropiarte de un nombre de pila cuando tu fama te lo permite).

En este libro con hechuras de best seller, Elle a secas abre su baúl de los recuerdos y también su corazón. Lo ha contado ella misma en su perfil de Instagram: "Este libro a corazón abierto revela las experiencias de la vida real que empoderaron a Elle para superar desafíos, enfermedades y conflictos internos. Contada con su humor y honestidad incontenibles, Elle ofrece una visión sabia sobre la resiliencia, la recuperación, la confianza en uno mismo y el amor auténtico que permite a los lectores valorar su propia singularidad, abrazar la vida y amar incondicionalmente".

Con "enfermedades" se refiere, específicamente, a un cáncer de mama que, asegura, le habría sido diagnosticado hace ya siete años y que ella ha renunciado a tratarse por la vía convencional, vamos, siguiendo las indicaciones de los médicos (y con ello, despreciando la evidencia científica que nos dice que hoy, gracias a la medicina convencional, la tasa de supervivencia del cáncer de mama temprano llega al 99% cuando se trata un tumor localizado en el pecho, según datos del American Cancer Society). Sin tratar, un cáncer de mama se lleva tu vida por delante en más o menos tiempo, pero acaba haciéndolo, explican los autores del estudio Survival of patients with untreated breast cancer. Además, explican, "los datos históricos de pacientes con cáncer de mama no tratados revelan un potencial de supervivencia prolongada en algunos casos. El espectro de agresividad clínica del cáncer de mama varía entre virulencia y enfermedad crónica", afirma el mencionado estudio. Pero ¿quién se la juega a formar parte de esos "algunos casos"? Elle Macpherson.

En cualquier caso, la doctora Eva Ciruelos, coordinadora de la Unidad de Mama del Centro Integral Oncológico Clara Campal HM CIOCC, alerta sobre las lecturas erróneas que se pueden hacer sobre el caso Macpherson: "No sabemos nada de su tumor. Y no tiene nada que ver un tumor pequeño recién diagnosticado, que tiene una evolución más larga, que un tumor que se diagnostica ya con metástasis, donde la evolución es más corta. Y también hay tumores más y menos agresivos. Que la diagnosticaran hace siete años y siga, según ella, 'sana' no significa nada. Puede que hoy 'esté bien' pero sin tratar es muy remoto que dentro de otros siete años siga estándolo".

Antivacunas y antiquimio

Orgullosa (porque si no estás orgullosa de algo así no hablas de ello a lengua suelta), la afamada antivacunas (porque sí, Elle también lo es) explica en su libro que, tras el shock inicial al recibir el diagnóstico, se reunió con 32 expertos (¿?) que le aconsejaron tratarse con quimioterapia. Pero a ella no le convenció la idea (a ella, que nunca estudió Medicina ni tiene el menor conocimiento en la materia). Ella prefirió las terapias alternativas, 'curarse' el cáncer desde "un enfoque intuitivo, holístico" en propias palabras y siguiendo los dictados de su propio corazón, que como todos sabemos, es el mejor consejero que uno pueda tener cuando estás enfermo. Vamos, lo mismo que hizo el creador de Apple Steve Jobs. Y no le fue demasiado bien.

Lo dicho. Que Elle se fue a una playa en Miami, meditó, elevó oraciones a sus dioses y se dijo a sí misma que no iba a seguir el tratamiento recomendado por los 32 expertos mencionados. En su lugar se entregó a la medicina integrativa, un mix de medicina convencional con terapias naturales (con mucho hincapié en la nutrición). Lo justifica diciendo que decirle no a su propio ser hubiese sido más difícil que decirle no al médico. "Si muchos médicos le recomendaron cirugía y quimio es porque es un tumor de riesgo suficiente para hacer tal recomendación", opina la doctora Eva Ciruelos por su parte. Cabe añadir que si todos siguiésemos la lógica de Elle Macpherson, la especie humana hace tiempo que hubiese desaparecido del planeta Tierra.

La responsabilidad de los personajes públicos

Hay un elemento más en la historia de Elle Macpherson que, sencillamente, clama al cielo. Los oncólogos, las sociedades médicas, las de pacientes y los medios de comunicación llevamos décadas intentando concienciar sobre la importancia de las revisiones periódicas, el diagnóstico temprano y los tratamientos adecuados, que consiguen salvar, recordémoslo, hasta un 99% de vidas en la fase temprana de la enfermedad. La visibilización de ésta a través de los testimonios de celebrities ha sido tradicionalmente valorada de forma positiva en este sentido por los expertos. Que llegue hoy Elle Macpherson y transmita que existen tratamientos 'alternativos' para curar la enfermedad (tratamientos que, recordemos, carecen por completo de todo fundamento científico) no ayuda a nada ni a nadie. Ni a la lucha contra el cáncer ni a quienes lo padecen o lo pueden padecer ni a quienes intentamos, con los medios a nuestra disposición, que su tasa de mortalidad descienda a cero patatero.

Para la doctora Eva Ciruelos, "hay que ser cuidadosos con este tipo de informaciones, que pueden ser muy contraproducentes. Mucha gente tiene miedo a la quimioterapia, sin saber que el verdadero enemigo es el cáncer, no el tratamiento". Y añade: "Nuestra obligación y la de los medios de comunicación es informar y trasladar a la población lo que es el método científico, para que no se dejen llevar por estas cosas, que hoy tienen que ver con Elle Macpherson y mañana lo tendrán con otros personajes".

Para esta periodista, la falta de responsabilidad de la exmodelo devenida gurú de la salud es absolutamente reprobable. Alguien debería decírselo.