ERC admite que desde sus filas se impulsó una campaña difamatoria contra la candidatura de Ernest Maragall

La dirección de Esquerra Republicana ha expresado este lunes su “repugnancia” y ha pedido “disculpas” tras haber trascendido que de sus propias filas se impulsó una campaña difamatoria contra su cabeza de lista a las elecciones municipales de 2023 al Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall. El partido ha reconocido que apartó de sus funciones a una persona que asumió la responsabilidad de haber impulsado una campaña en la que aparecían unos carteles en los que figuraba una fotografía del candidato bajo la frase Fora l’Alzhéimer de Barcelona en una clara alusión a la enfermedad que sufre Pasqual Maragall, expresident de la Generalitat y exalcalde de Barcelona.

La portavoz del partido, Raquel Sans, ha pedido disculpas este lunes tanto a las personas con alzhéimer como al propio Ernest Maragall. Los hechos ocurrieron el año pasado cuando tres jóvenes de la comarca de la Anoia (Barcelona) fueron sorprendidos colgando carteles en sedes del partido. Según la información, la gestión del encargo se realizó a través de una empresa del partido, conocida como “B” y el pago ascendió a entre 1000 y 2000 euros. Sans ha explicado que tanto Oriol Junqueras como la secretaria general Marta Rovira tuvieron conocimiento cuando la persona confesó los hechos.

Sans ha explicado que la dirección animó a Maragall, que se retiró de la política en noviembre pasado, a presentar una denuncia aunque el partido no lo hizo. Tiempo después, una persona asumió la responsabilidad de esa contracampaña y la dirección la apartó de sus funciones. La portavoz se ha negado en redondo a facilitar la identidad del afectado con vínculos laborales con el partido y ha aclarado que el procedimiento interno quedó congelado hasta que ha concluido la investigación policial y judicial cuyo resultado, dice, han conocido por el diario ARA. Sans ha asumido que la tesis del partido es que esa persona trabajaba en solitario y sin recibir órdenes de nadie.

“Queremos expresar todo el rechazo, la condena e indignación y repugnancia respecto a esta información que explica cómo se ha mezclado la enfermedad como el alzheimer con una muy mala praxis política. Llegaremos hasta el final”, ha afirmado la también vicepresidenta del Parlament. La revelación ha generado una ola de indignación entre la militancia y cargos de ERC como el caso de los exalcaldes de Tarragona y Lleida, Pau Ricomà y Miquel Pueyo. “Entendemos la molestia y el malestar. Yo mismo muy molesta e incómoda. El código ético es el motivo por el que nos levantamos cada día”, ha dicho la diputada.

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