El Gobierno intensifica el uso del escudo antiopas y suma 338 intervenciones
El último caso que ha trascendido en el que el Gobierno usará el escudo antiopas para dar el OK o no a una inversión extranjera es el de Turkish Airlines, que prevé lanzar una oferta para hacerse con entre el 20 y el 25% de Air Europa, con una ampliación de capital.
La operación que pretende Turkish Airlines entra de lleno en el régimen legal que ha establecido el Gobierno para evaluar las inversiones extranjeras. La legislación establece que el Ejecutivo puede someter al escudo antiopas aquellas inversiones de fuera de la Unión Europea en las que se adquiera un 10% o más de una sociedad española, así como las operaciones con las que se adquiera el control de una parte de la compañía. Asimismo, la ley establece que se puede actuar si el inversor extranjero está controlado por un gobierno (en el caso de Turkish Airlines por ejemplo, el 49,12% es del fondo estatal turco). Pero estos no son los únicos supuestos. También se recoge que aplicará a inversiones procedentes de países de la UE cuando se adquiera al menos el 10% de una cotizada, o si el desembolso supera los 500 millones en no cotizadas.
En todo caso, la normativa exige que el control sobre las inversiones solo se puede realizar en aquellos sectores considerados estratégicos, como pueden ser la energía, las telecomunicaciones, la banca, el transporte, la defensa… aunque también la regulación queda abierta a que sea el Gobierno el que amplíe lo que considera estratégico. Y en términos prácticos lo que implica el escudo antiopas es que resulta obligatorio recabar el visto bueno del Ejecutivo para poder llevar a cabo la inversión.
Con los años, el Gobierno de Pedro Sánchez ha ido ampliando el alcance del escudo antiopas para cubrir cada vez más operaciones. Desde 2020 y hasta 2024 (último año con datos), el Gobierno ha intervenido en 338 operaciones empresariales protagonizadas por inversores extranjeros, según cifras oficiales del Ministerio de Economía. De ellas ha autorizado 304 operaciones tal cual le han sido presentadas, mientras que ha autorizado con condiciones impuestas 32 inversiones y ha denegado otras dos. Así, ha torpedeado o prohibido un 10% de las operaciones que han terminado en resolución.

Operaciones empresariales
en las que ha intervenido
el Gobierno con el escudo antiopas
En número de operaciones
Autorizadas
Autorizadas con condiciones
Denegadas
2
32
Total
338
304
94
1
88
8
8
85
73
80
1
9
54
63
6
48
29
1
28
2020
2021
2022
2023
2024
ABC
Fuente: Ministerio de Economía

Operaciones empresariales en las que ha intervenido el Gobierno con el escudo antiopas
En número de operaciones
2
Autorizadas
32
Autorizadas con condiciones
Total
338
Denegadas
304
1
2020
28
29
2021
48
6
54
1
63
9
73
2022
2023
80
8
88
85
8
94
2024
1
Fuente: Ministerio de Economía
ABC
De las dos prohibidas, solo una de ellas ha trascendido: la compra de Talgo por los húngaros de Magyar Vagon, que fue vetada por cuestiones de seguridad nacional ya que el Gobierno apuntaba a los lazos de Hungría con Rusia. En este sentido, aquí el Ejecutivo tendrá que retratarse con la operación de Turkish Airlines sobre Air Europa, ya que Turquía tiene lazos estrechos precisamente con Rusia.
Otras operaciones sonadas en las que ha intervenido el Gobierno son la inversión de los saudíes de STC en Telefónica. la entrada de IFM en Naturgy y la toma de participación de BlackRock en Naturgy. Asimismo, hay otras operaciones que no forman parte de la estadística de resoluciones ya que tras amenazar La Moncloa con usar el escudo, las empresas deciden retirarse, como ocurrió con el grupo francés Vivendi en Prisa o la polaca Pesa en Talgo.
Así, año a año la cifra ha ido creciendo. 2024 ha sido el ejercicio con más operaciones en las que ha intervenido, con 94 en total, frente a las 88 de un año antes. El Gobierno, en este sentido, saca pecho de que crecen las operaciones extranjeras que escruta con el escudo antiopas por una confianza creciente del capital foráneo en nuestro país; sin embargo, fuentes empresariales corrigen esa tesis y apuntan al uso tan extenso que hace el Ejecutivo de la normativa, cuya redacción le da margen de actuación.
Por sectores, el año pasado el grueso de inversiones extranjeras sujetas al escudo antiopas se dio en energía, tecnologías de la información e industria. «Los sectores con más operaciones analizadas en 2024 han sido el de energía (20,8%), el de las tecnologías de información y comunicación (18,8%), y la industria (18,1%). La distribución sectorial de los expedientes informados ha sido diferente a la de 2023, pues es destacable el aumento de operaciones en el sector energético (15% en 2023), mientras que el sector de las tecnologías de información y comunicación y el sector industrial han mantenido su protagonismo», recoge el último informe sobre este mecanismo.
Así las cosas, el documento también destaca que «los sectores receptores de inversión extranjera en 2024 difieren con lo observado a nivel de la Unión Europea», ya que en el territorio comunitario predominaron la industria manufacturera (27%) y las tecnologías de la información y comunicación (22%).
En lo que se refiere a la nacionalidad de procedencia del capital foráneo, el último año Estados Unidos lideró seguido por Reino Unido, China y Emiratos Árabes. «Se mantiene el predominio de Estados Unidos como principal país de origen de los inversores últimos en los expedientes analizados. Con respecto al resto de inversores, se observa una creciente diversificación en cuanto a su país de origen. En esta línea, la proporción de inversiones procedentes de Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos ha disminuido ligeramente con respecto a 2023, aunque manteniéndose entre los principales inversores. Por otro lado, Canadá ha pasado de representar el 6% de las inversiones al 1%», indica el informe del ministerio.
Por su parte, las solicitudes de autorización provenientes de China han pasado de un 5% en 2023 al 9% en 2024. «Otros países que han alcanzado cierto protagonismo son Andorra y Japón con el 3% de operaciones con inversor último de estos países cada uno», añade el documento. Y en la comparativa europea, el informe destaca que la situación es bastante similar en la procedencia del inversor extranjero.