Los análisis descartan el disparo como causa de la muerte del lobo hallado en la comarca palentina de Cervera de Pisuerga>

En esa evaluación, según han dado a conocer desde la Consejería de Medio Ambiente, durante la exploración externa, se hacen evidentes numerosas lesiones sobre la piel, que se caracterizan por ser de pequeño tamaño y profundas, típico de las heridas punzantes. Estas lesiones están especialmente presentes sobre los cuartos traseros, pero también se observan lesiones sobre el cuello, el abdomen, las patas y el rostro.

Ya al retirar la piel, se observan «numerosos hematomas subcutáneos», que eran además «de gran tamaño» y estaban «distribuidos por todo el cuerpo». Aunque, resaltan los que estaban «especialmente marcados» sobre el cuello, los cuartos traseros y el abdomen. Algo, añaden, que debido a sus características «respalda que el animal aún seguía vivo en el momento en el que se produjeron las lesiones«.

Además, al examinar el tórax, han observado una costilla fracturada y «gran cantidad de sangre acumulada en los pulmones». Del mismo modo, los profesionales encargados del análisis del lobo ibérico, han encontrado en la cavidad abdominal una «pequeña lesión» sobre el bazo, que, señalan, es «compatible con una fuerte contusión sobre el órgano«.

Todas las lesiones descritas, apunta, «son compatibles con mordeduras de uno o varios cánidos, no pudiendo precisar si se trata de animales domésticos o silvestres«.

Una de las radiografías realizadas al ejemplar de lobo hallado muerto JCYL

Descartan de este modo que el ejemplar muriera de un disparo, posibilidad que se apuntó inicialmente al observar una herida que parecía un disparo con orificio de entrada y salida en una de sus patas.

La investigación sobre la muerte del ejemplar, una especie protegida, arracó el pasado domingo, 21 de abril, tras el aviso de un particular, que permitió a los agentes medioambientales encontrar el cuerpo del lobo en la comarca palentina de Cervera de Pisuerga. Dieron también a la Guardia Civil y procedieron a realizar conjuntamente el levantamiento del ejemplar.

Al día siguiente, por la mañana, se trasladó dicho ejemplar al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta de Castilla y León en Burgos, donde se procedió a la realización de la necropsia durante la jornada del lunes. De la exploración del ejemplar se ha podido comprobar que era un ejemplar macho, de unos tres años de edad, 36 koligramos de peso y buena condición corporal.