Sánchez: “La amnistía no era el paso siguiente que quería dar, pero es coherente para normalizar Cataluña”
Pedro Sánchez ha admitido esta mañana en TVE que la amnistía a los encausados del procés, que ha pactado con los independentistas catalanes para seguir como presidente del Gobierno, no estaba en sus planes antes de las elecciones generales del 23-J y que otorgarla “no era el siguiente paso que quería dar”. En la primera entrevista que concede tras ser investido por tercera vez el pasado día 16, el líder del PSOE ha reconocido que cambio el paso cuando vio los resultados electorales y tuvo que decidir: o un pacto con los independentistas para mantener un gobierno progresista o dejar gobernar a una alianza del PP y Vox, a los que ha incluido en “la ola reaccionaria” que avanza en el mundo. Sánchez, no obstante, ha defendido la ley de amnistía como “coherente y consecuente” con la política del PSOE “de normalización para Cataluña”. El presidente, interrogado sobre el lawfare, sobre si se ha utilizado la justicia contra adversarios políticos, ha sido contundente: “¿Que si se han instrumentalizado instituciones públicas de este país? Definitivamente, se han instrumentalizado instituciones públicas”. Ha especialmente difuso sobre las reuniones del PSOE y Junts con un mediador internacional. Ni ha dado el nombre del “acompañador” ni ha confirmado siquiera si la reunión del sábado entre Santos Cerdán y Carles Puigdemont será o no en Ginebra.
El presidente del Gobierno, investido el 16 de noviembre, ha sido interrogado en La Hora de la 1 por los aspectos menos explicados del acuerdo con los independentistas del prófugo Carles Puigdemont para lograr los siete votos del partido de este para ser investido. Al verse enfrentado a sus declaraciones negando la amnistía en el mismo programa, justo antes de las elecciones de julio, Sánchez ha reconocido que el cambio de postura y el porqué. “Yo he defendido que era necesario normalizar y estabilizar la situación política. Probablemente, [la amnistía] no era el paso siguiente que quería dar, pero es un caso coherente con la política de normalización en Cataluña que hemos afrontado. Lo que ha pasado para esto ha sido el 23 de julio”, ha dicho.
Durante la entrevista ha argumentado que, pese a no tenerla en cartera antes de las elecciones, la amnistía es un tipo de medida que entra dentro de su actuación previa sobre Cataluña. “Entiendo que haya muchos electores conservadores, incluso no conservadores, que tengan dudas sobre esta decisión. Pero lo que les puedo garantizar a unos y a otros es que va a ser bueno para la convivencia. Y que todo lo que hagamos va a estar dentro de la Constitución”, ha añadido. El jefe del Gobierno ha sostenido que el pacto que finalmente alcanzado con ERC y Junts no era la solución ideal, sino solo la posible.
Sánchez ha mantenido la opacidad sobre la reunión con Junts del sábado y la figura del mediador. La falta de información que rodea las negociaciones con el independentismo, y muy particular con Junts, llega hasta el punto de que Sánchez no ha confirmado que la cita del sábado con el partido de Carles Puigdemont vaya a ser en Ginebra (Suiza), algo que se daba por seguro. “No estamos todavía en condiciones de decir dónde va a ser”, ha señalado. Tampoco se conoce la identidad del verificador. “Se conocerá la persona que nos va a acompañar en ese proceso de diálogo tanto con ERC y Junts, estamos hablando con dos organizaciones”, ha afirmado el líder del PSOE, que ha reconocido que se trata de “un mecanismo excepcional”.
Sánchez sobre la amnistía: "Probablemente, este no era el paso siguiente que quería dar, pero es un paso coherente y consecuente con la política de normalización y estabilización en Cataluña que hemos afrontado durante estos 4 años". #LaHoraPedroSánchezhttps://t.co/jjoliPS5KJ pic.twitter.com/F20hQmKQKD
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Más contundente ha sido respecto al lawfare o trampas de la justicia (un término incluido en el pacto con los independentistas catalanes), e incluso ha puesto ejemplos de ello, pero del campo del PP. Ha asegurado que en España se han dado casos de lawfare o instrumentalización de la justicia y ha puesto como ejemplo el uso de la policía por parte del PP en el caso Kitchen, a fin de perseguir a adversarios políticos y ocultar pruebas en causas judiciales “que afectaban al Partido Popular”.
Sánchez ha defendido que el PSOE aceptase incluir el término lawfare, que hace referencia a la guerra judicial contra adversarios políticos, en el acuerdo firmado con Junts a cambio de los votos para su investidura. Además, respecto a las comisiones de investigación en el Congreso, pactadas en ese mismo acuerdo, ha remarcado que “no vinculan sentencias judiciales”, pero sí pueden ser objeto de informe a la Fiscalía “para que las tenga en consideración”. En ese sentido, ha recordado el caso “del lino” que partió de una comisión parlamentaria y las conclusiones fueron requeridas por la Fiscalía Anticorrupción para investigar ese asunto. “A eso nos estamos refiriendo”, ha rematado.
El presidente del Gobierno afirma que ha habido casos de "lawfare": "¿Se han instrumentalizado instituciones públicas de nuestro país? Definitivamente." https://t.co/7pkTQEWa77#LaHoraPedroSánchez pic.twitter.com/2aeJW8A2xt
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El presidente del Gobierno ha pedido al PP que abandone el “catastrofismo”, e incluso ha sugerido que puede acabar llamando a Alberto Núñez Feijóo para determinados acuerdos. “Espero que el PP salga de este catastrofismo. España no se hunde. Somos de las economías que más van a crecer este año y el siguiente. España no se rompe. No hay más que pasearse por Cataluña para darse cuenta de que la situación está mucho mejor que en 2017. Y España no se apaga como dijo el señor Feijóo. Tiene de las energías más baratas, precisamente gracias a las políticas de este Gobierno”, ha manifestado Sánchez. Pero, ¿lo llamará? “Va a haber llamada en algún momento”, ha dejado.
El líder del PSOE responsabiliza al PP de la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que va a cumplir cinco años con el mandato caducado (sus componentes se eligieron en 2013, durante la etapa del Gobierno de Mariano Rajoy, y tiene una mayoría conservadora), es decir todo un mandato, aunque sí se ha mostrado abierto a poder llegar a un entendimiento con el principal partido de la oposición. “Este tema es nuclear, medular, para el futuro entendimiento entre el PSOE y el PP”, ha recalcado Sánchez, que hace un año estuvo a punto de cerrar un acuerdo con Feijóo, pero el PP se terminó echando atrás. “Vamos a tender la mano al PP, queremos llegar a un acuerdo en el Poder Judicial ante este absurdo e intolerable bloqueo”, ha insistido Sánchez, quien no ha evitado incidir en que es el PP quien “está incumpliendo la Constitución y está cuestionando la legitimidad del Congreso”. “La renovación del CGPJ no es una piedra en el zapato, es una enorme roca con el PP (…) Que los ciudadanos tengan claro que voy a intentar tener la mejor interlocución con la oposición”, ha apostillado tras subrayar que el PSOE no contempla “alterar las mayorías” parlamentarias para designar los componentes del órgano de gobierno de los jueces. Una opción, la de rebajar la mayoría necesaria de mayoría cualificada de tres quintos a mayoría absoluta para la renovación del CGPJ, que sí se planteó la legislatura pasada y de la que La Moncloa desistió tras la reacción negativa de Bruselas.
Como ya adelantó la vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, Sánchez ha señalado que el Gobierno prorrogará los Presupuestos, pero confía en tener aprobadas las cuentas públicas de 2024 para el primer trimestre del próximo año. En cuanto a si la condonación de deuda a las comunidades autónomas será similar a la que el PSOE acordó con ERC para Cataluña (representa el 20% del total del Fondo de Liquidez Autonómica, equivalente a 15.000 millones de euros), el presidente ha garantizado que los criterios que se seguirán serán “objetivos” en términos como la población, sin entrar en más detalles, “para que no haya críticas por parte de ningún gobierno autonómico”. “Asumir la deuda de las comunidades autónomas por parte del Gobierno es una excepcional medida para los ciudadanos, que nosotros aliviemos una carga en el pago de los intereses de la deuda va a aliviar a las comunidades y dejarles espacio para que se centren en las políticas sociales”, ha enfatizado.
Sánchez ha evitado entrar a las críticas de Irene Montero, que le acusó en el traspaso de la catera de Igualdad de expulsar a Podemos del Gobierno. “Soy profundamente respetuoso con las organizaciones con las que pacto, Podemos se presentó dentro de las siglas de Sumar. Lo único que deseo para la exministra es toda la suerte del mundo, tiene mi respeto y mi cariño”, ha zanjado cuidando mucho las palabras empleadas.