Tudanca frena la propuesta del PSOE de León del segundo día de la Comunidad>

Tras la reunión de la Mesa de las Cortes y la Junta de Portavoces de ayer para ordenar el tedioso pleno de presupuestos de la próxima semana, Tudanca rechazó la forma, no el fondo, de la propuesta de León de que el 18 de julio fuese una segunda fiesta autonómica. Aseguró que «no es nueva», ya que en 2020 del secretario general de CCOO ya la propuso y, añadió, «somos muy conscientes en el PSOE de que en ese aspecto hay dos almas y hay que responder» y, para ello, «hemos buscado el diálogo, la unión y la convivencia». También recordó que en la Ponencia del Congreso autonómico «ya se hablaba de que se debería hacer una sesión al principio de cada periodo en León y de que el pleno de la comparecencia del procurador del Común debería ser en la Capilla de San Isidoro, como ya ocurrió en una ocasión, aspectos estos dos que también recoge la iniciativa de los socialistas leoneses que, de momento, está paralizada. Pese a todo, Tudanca argumentó que «somos conscientes de la necesaria descentralización y de los guiños que hay que hacer para coser y no descoser esta Comunidad» pero mostró sus dudas sobre la PNL en el sentido de que los servicios jurídicos de la Cámara la podrían rechazar por afectar al Estatuto de Autonomía, donde se recoge expresamente que la fiesta de la Comunidad es el 23 de abril. Tras este argumentario, a la pregunta concreta de si definitivamente no se registrará en las Cortes la PNL del PSOE de León, la respuesta de Tudanca no fue precisamente clara: «He dicho lo que he dicho y me mantengo en lo que he dicho».

En la parte de los proponentes, la propia Nuria Rubio, ante las afirmaciones del portavoz del Grupo Socialista, se limitó a señalar a ABC que «confío en que se registre porque es una iniciativa que ha generado mucho debate y consenso, incluso en otras provincias». Aseguró que es factible su propuesta parlamentaria «después de las revisiones jurídicas pertinentes» e insistió en que «lo importante es que la Cámara se pronuncie sobre esta idea y luego ya veremos la forma de llevarla a cabo». De hecho, una de esas fórmulas podría ser que el 18 de abril sea uno de los festivos que elige la Comunidad, como, por ejemplo, se hizo con el 25 de julio, Santiago Apóstol, hace casi dos años.En cualquier caso, lo que no se ha producido de momento en el propio PSOE de la Comunidad es ese consenso del que habla Tudanca, ya que la PNL de los socialistas leoneses no se debatió con la dirección del Grupo ni ésta ha contactado con León para dar una respuesta a una iniciativa sobre la que sí se han pronunciado a favor otros dirigentes políticos. Es el caso del ministro de Transportes, el vallisoletano Óscar Puente -cuya cercanía a Cendón ha quedado sobradamente demostrada- quien el martes en Villalar dio la «bienvenida» a la idea si contribuye a la «unidad» porque «se trata de que avancemos juntos desde nuestras diferencias y diversidad». También el alcalde de León, José Antonio Diez, se mostró favorable a la fiesta del 18 de abril pero sin demasiado entusiasmo ya que «queda todo muy lejos de lo que realmente se pretende y buscar».

En la jornada de ayer tocó hacer balance de la celebración del Día de Castilla y León que, por primera vez, la Junta llevó a doce puntos diferentes de la Comunidad, aunque en León finalmente no fue posible. Para PP y Vox el resultado fue «acertado y positivo» y, de esta forma, el portavoz del Grupo popular, Raúl de la Hoz, aseguró que se intenta que la fiesta «llegue a todos los rincones y a los corazones de los castellanos y leoneses», frente al deseo de «convertir la otrora fiesta social en un aquelarre político», en referencia a Villalar.

El portavoz del otro socio de Gobierno, Carlos Menéndez, destacó la alta participación de la jornada de puertas abiertas que se desarrolló en la sede de las Cortes, mientras que Villalar «fue un acto de la izquierda y los sindicatos sólo para arengar a los asistentes contra Vox y utilizar el mismo lenguaje que Bildu para atacarnos».Para la oposición, en cambio, lo programado por la Junta fue un «rotundo fracaso». Tudanca lamentó que el Gobierno autonómico «sea el único que atenta contra su propia fiesta y provoca la división».