La COP28 abre con un acuerdo histórico: «Ya está operativo el fondo de pérdidas y daños»
Espera conseguir 100.000 millones de euros para 2030 y estará bajo el mandato del Banco Mundial
Una petición que contrasta con la demanda mundial de petróleo en la que para el año que viene se espera que aumente en 2,2 millones de barriles diarios. «No podemos salvar un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles», denunció el diplomático portugués que se dirigió a los principales líderes mundiales que se encontraban en el plenario. «Les insto a acelerar sus cronogramas de emisiones netas cero para acercarse lo más posible a 2040 en los países desarrollados y a 2050 en los emergentes».
Un aviso que también ha sido un tirón de orejas, porque las actuales políticas «provocarían un aumento abrasador de la temperatura mundial de 3 grados», advirtió Guterres. «Esto acabaría con el planeta».
Tras el acuerdo histórico logrado en la apertura plenaria de la cumbre el pasado jueves con la puesta en marcha del fondo de pérdidas y daños para los países más vulnerables, las salas de reuniones se llena con los negociadores para establecer las nuevas metas y objetivos de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC en inglés) para cumplir con el Acuerdo de París. «Estamos a kilómetros de ello y a minutos de la medianoche para el límite de 1,5 grados», alertó Guterres. Una línea roja innegociable para el secretario general de Naciones Unidas: «Necesitamos un calendario claro alineado con esto».
Sin embargo, la frontera de los 1,5 grados marcados en la COP21 se ha cruzado en hasta 86 ocasiones este año y la temperatura media global de este año con respecto a la era preindustrial cerrará a una décima de ese límite. «Las consecuencias del cambio climático ya se están viendo», señaló Guterres. «Dispara los precios de los alimentos, trastorna los mercados energéticos y alimenta la crisis del coste de la vida», apostilló.
A escala internacional, sólo en un año, las olas de calor, sequías y lluvias torrenciales provocadas por el actual recalentamiento de la Tierra han provocado unas pérdidas económicas que alcanzan ya el 1% del PIB mundial. La factura económica del cambio climático en 2022 superó los 1.500 millones de euros.
Pero, los países menos desarrollados están sufriendo pérdidas más grandes (de más del 8% de su PIB), e, incluso, en el sudeste asiático y el sur de África pierden ya un 14,1% y un 11,2% de su PIB, respectivamente. «Los países en desarrollo están siendo devastados por desastres que ellos no causaron», denunció Guterres. «Los costes del endeudamiento están bloqueando sus planes de acción climática», señaló.
En su discurso, Guterres ha pedido a los estados desarrollados aumentar la financiación climática tanto para adaptación como para pérdidas y daños. «Deben mostrar cómo lo duplicarán». Una deuda pendiente desde 2020 fecha en la que estos países se comprometieron a entregar al Fondo Verde para el Clima un total de 100.000 millones de euros anuales hasta 2025. «Deben aclarar cómo los entregarán como prometieron», repitió Guterres. «Les insto a que lideren, esto no es un tema más en su bandeja de entrada», les interpeló.