Rutte, afirmó que los ministros aliados debatieron en la reunión sobre cómo garantizar el apoyo a Ucrania «no solo hoy, sino también en el futuro». Desde la cumbre de Bucarest en 2014 se había establecido que Ucrania será un día miembro de pleno de recho de la OTAN y durante la legislatura de Joe Biden en la Casa Blanca se daba por hecho que cuando termine el conflicto, la mejor garantía de seguridad para este país sería la protección del paraguas de la Alianza. Sin embargo, en los últimos meses algunos países han cambiado de opinión y de forma muy marcada a partir de la vuelta de Donald Trump a la presidencia, la perspectiva se ha vuelto impensable para muchos gobiernos, que dudan que ello no haga más complicadas las eventuales negociaciones sobre el fin del conflicto.
Durante la reunión de los ministros de Defensa aliados se celebró también una sesión del Consejo Ucrania-OTAN en la que participó el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, que informó a los aliados de los últimos acontecimientos en el conflicto, incluyendo los detalles del audaz ataque ucraniano contra bases aéreas que se encuentran en el interior del territorio ruso.
Según el secretario general, los ministros de los 32 países aliados debatieron en detalle «cómo garantizar no solo el apoyo a Ucrania hoy, sino también cómo garantizar colectivamente que Ucrania cuente con todo lo necesario para alcanzar un acuerdo de paz sólido y duradero». Añadió que también debatieron un amplio apoyo a la actuación de Ucrania y una condena rotunda del ataque ruso no provocado contra Ucrania. Pero el lenguaje de la declaración final de la cumbre de La Haya todavía está en el aire.