Díaz aplaza a 2026 la jornada de 37,5 horas y alarga la negociación mientras los sindicatos protestan a las puertas de la CEOE
El Ministerio de Trabajo mueve ficha en la negociación para la reducción de la jornada laboral. Una vez constatado que el calendario se ha echado encima y que ya no es posible aplicar la primera fase de 38,5 horas en 2024, el departamento que dirige Yolanda Díaz ha trasladado oficialmente a los agentes sociales algo que ya deslizó en la mesa a principios del verano: que esa primera reducción puede trasladarse a 2025, para alcanzar ya en 2026 las 37,5 horas, un año después de lo pactado entre el PSOE y Sumar.
Así lo han trasladado desde los sindicatos tras la reunión mantenida este martes en el Ministerio de Trabajo. Si bien poco después, a través de las redes sociales, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez-Rey, ha desmentido "rotundamente" que se vaya a posponer la reforma. "Como recoge el acuerdo de Gobierno: 38,5 en 2024 y 37,5 en 2025", ha afirmado el número dos de Díaz pese a que quedan apenas tres meses para que acabe el año.
Más allá del calendario de aplicación, sin los apoyos necesarios garantizados para sacar adelante su reforma en el Congreso de los Diputados y con la patronal manteniendo el pulso contra la reducción de la jornada laboral por ley, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, está alargando la negociación con los agentes sociales semana tras semana para exprimir las conversaciones al máximo y ganar tiempo para alumbrar una iniciativa que es clave en su agenda política.
La semana pasada canceló la reunión prevista con CEOE, Cepyme, CCOO y UGT. ¿El motivo? Centrarse de lleno en su gira por Barcelona para tratar de dividir a los empresarios captando el apoyo de las patronales catalanas e intentando rascar, de paso, el respaldo de Junts, el socio rebelde de la coalición que amenaza con tumbar todos los proyectos económicos del Ejecutivo en el Congreso si no logran rascar alguna cesión en la negociación presupuestaria que se abre tras haberse aplazado la votación de la senda fiscal, precisamente, por la falta de apoyos parlamentarios. Y esta semana ha evitado concretar nuevas propuestas en la reunión celebrada hoy mismo.
Los empresarios consideran que las movilizaciones de los sindicatos, que arrancan este jueves a las puertas de las principales sedes de la CEOE, han condicionado el calendario. A primera hora de la mañana de este martes los líderes de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, ya advertían de que no esperaban grandes avances en la reunión de la tarde. En declaraciones a los medios de comunicación en la estación madrileña de Atocha, a donde acudieron para repartir información sobre las movilizaciones del jueves, incluso daban por agotadas las negociaciones con la CEOE e instaban al Gobierno a dar ya forma legal a la medida.
La reunión celebrada por la tarde en la sede del Ministerio ha finalizado sin grandes avances, más allá de la oferta de aplazar la reducción a 37,5 horas a 2026. Aunque el secretario de Estado de Trabajo ha asegurado al término del encuentro que el Gobierno había "delimitado con mayor precisión los elementos del perímetro negociador", los representantes sindicales negaron la mayor. "Hemos debatido cosas, pero no tenemos nada en concreto que trasladar, cosa que nos hubiera gustado muchísimo", ha lamentado la secretaria confederal de Acción Sindical y Empleo de CCOO, Mari Cruz Vicente. "Nos hemos vuelto a oponer a la reducción legal de la jornada y además no se ha concretado por escrito ningún planteamiento de los avanzados en la última reunión", aseguran fuentes de la patronal.
Sin concreción en la mesa, los socios de CEOE se han limitado a constatar su rechazo al planteamiento del Ministerio conocido hasta el momento porque consideran que "implosiona" la negociación colectiva. La patronal defiende que hace un año y medio firmaron un acuerdo de convenios con los sindicatos que ahora el Gobierno, CCOO y UGT quieren romper. En la organización empresarial no niegan el derecho del Ejecutivo a regular la jornada máxima por ley, pero consideran necesario, de partida, esperar a que venzan los convenios vigentes, lo que llevaría la aplicación, al menos, a finales de 2026. Con todo, insisten en que es un asunto que debe abordarse en la negociación colectiva, sector por sector, en un contexto en el que la propia tendencia de los convenios se va aproximando cada vez más a jornadas más reducidas.
Este mismo martes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, admitía que España tiene un «problema de productividad» y se abría a estudiar con los agentes sociales la semana laboral de cuatro días, con jornadas de 9 horas o 9 horas y media, en los sectores en los que sea posible. Inmediatamente después, Yolanda Díaz se mostraba favorable a sentarse a abordar el asunto con los populares, consciente de que necesita aunar todos los apoyos posibles a una reforma que tiene que ser aprobada por el Congreso en un contexto de tensión con los socios parlamentarios habituales. Aunque el planteamiento del líder del PP dista mucho de la reducción de la jornada laboral máxima legal que quiere llevar a cabo la vicepresidenta, Díaz ha dado la bienvenida al diálogo: "La política es esto, no me voy a cansar de decirlo", ha afirmado.
Los agentes sociales no volverán a reunirse hasta el día 11 de octubre, por lo que tendrán dos semanas de margen para movilizarse contra la patronal y tratar de captar apoyos de los grupos parlamentarios.