Trump anuncia una inversión de cien mil millones de dólares por parte de SoftBank en EE.UU.
El polémico empresario japonés ya había colaborado con Trump previamente, invirtiendo 50 mil millones de dólares en 2016
Sam Altman, fundador de OpenAI, recibió un encargo por parte del nuevo gobierno de Estados Unidos. Este proyecto es Stargate, un revolucionario centro de datos impulsado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El proyecto despertó una ola de escepticismo entre las élites digitales americanas, debido a fricciones intestinas del sector y a las dudas de que un proyecto tan ambicioso pudiese encontrar financiación.
Sam Altman, fundador de OpenAI y custodio del proyecto Stargate, e Elon Musk, principal socio de Trump, fundador de Tesla, y Administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental de la Casa Blanca (DOGE), no son los mejores amigos. Ambos se conocieron en los 2010, y Musk representaba para Altman una suerte de mentor.
El sudafricano fue realmente importante para la fundación de OpenAI, y Altman llegó a declarar en una entrevista con 'The Guardian' que «realmente confiaba en él». Sin embargo, 15 años después, ambos gurús se encuentran envueltos en una batalla legal, instigada por Musk.
El fundador de Tesla alega que Altman y la cúpula de OpenAI han incumplido el acuerdo fundacional de la compañía, persiguiendo el beneficio económico por encima del aporte a la humanidad, como se pretendía en un principio.
Lejos quedan aquellos días, en los que no conocíamos la palabra IA, donde Altman y Musk cooperaban para idear la tecnología del futuro. Ambos protagonistas ya no se entienden, y con el impulso del proyecto Stargate, las fricciones han vuelto a la superficie.
Con respecto a las intenciones de Trump de desarrollar Stargate junto a Altman, Musk, que mantiene sus reservas hacia el fundador de OpenAI, declaró que la operación sería difícil, pues dudaba de la disponibilidad de los fondos necesarios para llevarla a cabo. Sin embargo, SoftBank parece haberse erigido en el salvador de las ambiciones tecnológicas estadounidenses.
Al margen de la inversión directa en OpenAI, el conglomerado ha asegurado que pondrá más de 15 mil millones en Stargate, según 'Financial Times'. De esta manera, parece que el proyecto está más cerca de ser factible. Con todo, los expertos estadounidenses estiman que la apuesta de SoftBank por OpenAI podría llegar hasta los 40 mil millones de dólares.
De esta manera, el trato se convierte en una de las apuestas más fuertes de SoftBank, conocido por sus inversiones en Nvidia, T-Mobile o ByteDance, aún propietaria de TikTok. El fondo dirigido por Masayoshi Son parece haberse convencido de la importancia de invertir en IA, el factor determinante de la quinta revolución industrial, y ha confiado en OpenAI, referente del sector.
Esta apuesta, sobre todo el momento en que se hace, no responde al azar. Las compañías tecnológicas norteamericanas han sufrido un terremoto durante esta semana, un sismo llamado DeepSeek. El 'chatbot' de China ha supuesto una revolución en el sector de la IA, debido a que sus creadores afirmaron que su modelo R1, similar en oferta a ChatGPT, costó solo seis millones de dólares en su desarrollo.
Todo lo contrario que ChatGPT, la IA americana sobre la que se han invertido miles de millones de dólares para entrenar y mejorar sus motores. Otra de las diferencias fundamentales es que DeepSeek es una tecnología de código abierto, es decir, cualquier desarrollador puede obtener su motor de forma gratuita y abierta y utilizarlo para desarrollar su propia aplicación, por ejemplo.
El propio Altman, creador de ChatGPT, compartió en X su estupor acerca de la irrupción de DeepSeek, del cual afirmó que era «fascinante». Del mismo modo, el gurú de Silicon Valley afirmó que era «estimulante» tener un nuevo competidor, pero al mismo tiempo avisó de que OpenAI seguirá ofreciendo modelos mucho mejores.
En caso de que la operación llegase a buen puerto, SoftBank se vería aupado como el inversor preeminente de OpenAI. Este puesto lo ocupa en la actualidad Microsoft, cuya primera inversión en la tecnológica data de 2019. El cortejo de Son hacia Altman lleva muchos años en marcha, pues el magnate japonés quiere obtener un asiento en primera fila para seguir presenciando la revolución de la inteligencia artificial.
Son ha hablado en muchas ocasiones de la «superinteligencia«, un concepto que parece tener un papel protagonista de la nueva revolución digital. A través de sus inversiones, SoftBank trata de cumplir su misión de desarrollar este fenómeno. Se trata de una tecnología que, en palabras del magnate, «sobrepasa las habilidades cognitivas humanas«.
Los 40 mil millones de dólares son la apuesta más arriesgada que Masayoshi Son ha ideado hasta el momento. Más del doble que su inversión más grande previamente, los 16 mil millones de dólares que inyectó en WeWork, una startup de espacios de 'coworking' que fracasó estrepitosamente.
Por parte de Altman, es bien sabido en el olimpo de la tecnología que el gurú lleva mucho tiempo queriendo desvincularse, al menos de forma parcial, de Microsoft. Las estrategias para llevar a cabo la separación incluyen el desarrollo de sus propios chips o la utilización de servicios alternativos de almacenamiento en la nube, como Oracle. Cuando se firmó el acuerdo de creación de Stargate, según el 'Financial Times', Microsoft acordó ceder su posición como el proveedor único de servicios en la nube de OpenAI.
Del mismo modo, la compañía fundada por Sam Altman atraviesa en la actualidad un proceso de reconversión completa. OpenAI posee hoy en día el estatus de organización sin ánimo de lucro, tal y como se firmó en el acuerdo fundacional que Musk referenciaba.
Sin embargo, OpenAI pretende transicionar a un modelo «con ánimo de lucro», que les permitiría recaudar decenas de miles de millones de dólares más por parte de los inversores. De este modo, seguiría fortaleciendo su posición en el mercado tecnológico, donde ya es una de las principales protagonistas.