La operación 'Alien' partió, así, fruto de la colaboración ciudadana en el mes de febrero, dando paso a una serie de actuaciones que buscaron comprobar si, tal y como decía la denuncia anónima, se daba en torno a una vivienda un «continuo trasiego de personas que, con el objetivo de comprar y consumir sustancias estupefacientes, acudían a la misma». Se procedió a identificar al responsable del domicilio de Briviesca y principal morador del piso y la monitorización de sus movimientos condujo «al convencimiento de que este individuo estaría efectivamente traficando al menudeo con cocaína e incluso permitiendo consumir dicha sustancia a sus clientes en el interior» de la casa.
Con los indicios obtenidos, la investigación avanzaba hacia la desarticulación del que se consideraba el principal punto de suministro de cocaína en la comarca de La Bureba, pero la operación fue más allá para dar con el origen de la cocaína y escalar un peldaño más la «pirámide de la droga». Es así como se identifica a su supuesto proveedor, que suministraría la sustancia desde País Vasco, informa Policía Nacional en un comunicado.
El pasado 29 de mayo ambos se citaron en un establecimiento hostelero a las afueras de la capital burgalesa, acudiendo el supuesto proveedor con un coche de alquiler con matrícula francesa. Ambos habría siguiendo reiteradas medidas de contravigilancia que marcaban un «claro patrón de entrega de sustancia estupefaciente» de modo que la Policía explotó la operación con la identificación y registro de ambos, aprehendiéndose un paquete oculto con forma de ladrillo que resultó ser un kilo de cocaína. Ambos fueron detenidos y pasaron disposición judicial, decretándose su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Se trata de la quinta operación antidroga desarrollada por la Policía Nacional de Burgos en los últimos dos meses, habiendo intervenido con éxito todo tipo de sustancias psico-activas, independientemente de su tipología o naturaleza.