El BCE da el visto bueno a la OPA de BBVA por Banco Sabadell

El camino de BBVA en su proceso de OPA para hacerse con Banco Sabadell continúa marcando hitos pendientes. El último viene desde Fráncfort, donde el Banco Central Europeo (BCE) ha dado el visto bueno a la propuesta de Carlos Torres para acabar absorbiendo la entidad presidida por Josep Oliu. "BBVA informa que, en el día de hoy, ha recibido la decisión de no oposición del Banco Central Europeo a la toma de control de Banco Sabadell" como resultado de la oferta pública de adquisición, según recoge la nota remitida por el grupo de origen vasco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a cierre de mercado.

Se trata de un paso más en el proceso de autorizaciones necesarias para seguir adelante con la propuesta hostil que planteó el pasado 9 de mayo y un requisito previo para que la CNMV autorice la oferta.

En el ámbito de ambas entidades se daba por hecho la no oposición del Eurobanco, teniendo en cuenta que el criterio que evalúa el organismo presidido por Christine Lagarde es la solvencia y tanto BBVA como Banco Sabadell son grupos solventes.

De cara al futuro, el presidente de BBVA confía en "recibir el resto de autorizaciones según el calendario previsto", según ha indicado en un comunicado este jueves.

Esta misma semana, BBVA también ha recibido el visto bueno de los reguladores británicos de su control indirecto de TSB, que es filial de Sabadell.

La gran incógnita que plantea la operación se encuentra en la postura que adopte la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y, sobre todo, el Gobierno, que ha manifestado casi desde el inicio su oposición a la integración de ambas entidades y ha advertido de que "la última palabra" la tiene el Consejo de Ministros. De esta forma, el Ejecutivo podría llegar a oponerse a una hipotética fusión de ambos grupos en caso de que la OPA saliese adelante. BBVA estableció para ello una aceptación mínima del 50,01% de los accionistas vallesanos.

El rechazo del Ejecutivo se asienta sobre el impacto que la posible fusión podría tener sobre la competencia del sector financiero, especialmente en regiones como Cataluña o Comunidad Valenciana (donde ambos bancos tienen una elevada presencia) y sobre el impacto en el empleo, por el cierre de sucursales y los despidos que podría acarrear.

En este sentido, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, especificó en la última presentación de resultados que los planes del banco para un escenario de absorción pasan por cerrar 300 sucursales en España y aplicar una reducción de costes de personal que alcanzarán los 300 millones de euros. Además, entre los ajustes que contempla el banco en caso de conseguir sacar adelante la OPA y posterior por fusión, se incluyen también 450 millones de euros atribuidos al ahorro en gastos de administración y tecnología y otros 100 millones en ahorros de costes financieros.

Teóricamente, con la aprobación del BCE, la CNMV ya podría aprobar la OPA y permitir a BBVA que abra el periodo de aceptación, que podría extenderse de 15 a 70 días. No obstante, el procedimiento habitual en la práctica es que la aprobación de la CNMV sobre la OPA no se produzca antes del dictamen de la CNMC sobre la fusión. En todo caso, si la aprobación de la CNMV llega antes, el banco puede abrir el periodo de aceptación sin necesidad de contar con el 'visto bueno' de la CNMC.