El Gobierno reconocerá hoy a Palestina con críticas del PP y presiones de Sumar para romper con Israel
Ya está todo listo en La Moncloa para dar el que puede ser el mayor salto en política exterior española desde que Pedro Sánchez llegó al poder en 2018. Después de más de 70 años de conflicto, España reconocerá al Estado palestino de forma simultánea con Irlanda y Noruega, y se sumará así a la lista de 140 países en todo el mundo que ya lo hacen. Faltan los europeos más importantes ―Francia, Alemania, Italia, Reino Unido— a los que España, Irlanda y Noruega han decidido adelantarse, pero en La Moncloa creen que es cuestión de tiempo que otros den el mismo paso porque los bombardeos indiscriminados de Israel sobre Gaza, que ya han provocado más de 35.000 palestinos muertos, la mitad niños, y que este domingo dejaron 45 víctimas civiles en un campo de refugiados en Rafah, una zona en teoría declarada segura por Tel Aviv, están aislando a Israel cada vez más, como prueba que por primera vez los ministros de Exteriores de la UE han decidido convocar a su homólogo israelí “para discutir la situación en Gaza y el respeto a los derechos humanos que Israel asumió en el acuerdo” comercial con la UE, según la nota oficial. Esta fue una petición de España e Irlanda, que ahora se abre paso.
Sin embargo, mientras La Moncloa cree que fuera de España cada vez tiene más apoyo la posición de Sánchez, que ha generado una reacción airada de Israel, en su país el presidente recibe presiones a derecha e izquierda en sentido contrario. Mientras el PP y Vox rechazan el reconocimiento de Palestina ahora —”en este momento la vamos a hacer más daño que beneficio a los palestinos, dijo el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo— Sumar lo apoya y lo aplaude, e incluso pidió que se hiciera antes, pero exige a Sánchez que vaya más allá y rompa relaciones diplomáticas con Israel ante los duros ataques de Tel Aviv contra el Gobierno español por haber reconocido a Palestina, que llegan incluso a vídeos donde se asocia a España, Irlanda y Noruega con los atentados de Hamás con 1.200 asesinados.
Sánchez reivindicará hoy la decisión histórica con una declaración institucional, prevista para las 8.30, lo que le convertirá de nuevo en el gran protagonista del reconocimiento de Palestina. “Consideramos que palestina ha existido, existe y existirá”, dijo Sánchez en La Moncloa este lunes en una comparecencia conjunta con Volodímir Zelenski, el presidente de Ucrania, en la que reivindicó la “coherencia” de defender los derechos humanos tanto en el país europeo como en el de Oriente Próximo.
Mientras Sánchez es el gran protagonista del reconocimiento de Palestina, que llega en plena campaña electoral de las europeas, el socio de coalición del PSOE, Sumar, que reivindica también la paternidad de la medida, está quedando en segundo plano. El propio ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que probablemente comparecerá este martes en la habitual rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, señaló durante el fin de semana visiblemente molesto que la política exterior le corresponde a él y al presidente del Gobierno, ambos del sector socialista, y, por tanto, no a Sumar. En pleno periodo electoral, y con PSOE y Sumar compitiendo por electorados fronterizos, la tensión dentro de la coalición es cada vez más evidente y cruenta, con reproches mutuos y votaciones en sentido contrario en el Congreso, aunque algunos ministros consultados creen que después de las elecciones las aguas internas se serenarán.
De momento, el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, pidió expresamente a Exteriores que haga lo mismo que en Argentina. “Creemos que en estas condiciones no podemos tener relaciones diplomáticas con el Gobierno de Netanyahu y eso significa retirar el embajador”, aseguró. Pero Exteriores no tiene ninguna intención de momento de dar ese salto y quiere dejar muy claro, como dijo Sánchez en el Congreso, que esta decisión de reconocer a Palestina no va contra Israel ni contra el pueblo judío y que la apuesta de España es por una solución de dos Estados, en la que tan importante es que los demás países europeos reconozcan a Palestina como que muchos de los países árabes que aún no lo han hecho reconozcan a Israel.
El Gobierno está tratando de evitar las represalias diplomáticas a Israel, al contrario de lo que hizo con Argentina ante los ataques de Javier Milei a la esposa del presidente. Albares insiste en que España “no caerá en la provocación” que en su opinión está llevando a cabo Israel con ataques cada vez más fuertes contra los tres países europeos que van a reconocer a Palestina este martes. El sector socialista del Ejecutivo no parece preocupado ni por los cuestionamientos de Sumar, que achacan al periodo electoral, ni por el rechazo del PP y Vox a este paso. En La Moncloa creen que Feijóo se está equivocando en este asunto porque los sondeos señalan que la mayor parte de los españoles, también de los que votan al PP, están a favor del reconocimiento de Palestina. Las imágenes durísimas que llegan de Rafah con el ataque sobre refugiados indefensos en tiendas de campaña, en el que incluso Netanyahu asume que “algo salió trágicamente mal”, colocan al Gobierno según La Moncloa “en el lado correcto de la historia”, una frase que Sánchez usa con frecuencia para defender el reconocimiento de Palestina.
En plena campaña de las europeas, en La Moncloa creen que el PP no tiene un discurso claro en política exterior y por eso trata de llevar el debate a la política doméstica, sobre todo con la amnistía, pero la realidad, con el ataque en Rafah, el reconocimiento de Palestina y la visita a Madrid de Zelenski, está poniendo en primer plano precisamente el punto en el que Sánchez se siente más fuerte y cree que Feijóo está mucho más flojo: la agenda de los grandes conflictos y las grandes decisiones internacionales. Sánchez dará este martes la máxima pompa a una decisión histórica que, pase lo que pase, quedará como un salto muy importante en la historia de la política exterior española en un conflicto al que siempre ha sido muy sensible la opinión pública española.