El Banco de España advierte de que casi el 40% de hogares en alquiler soportan sobresfuerzo, la mayor tasa entre las grandes economías de la UE

La subida vertiginosa de los precios de los alquileres en los últimos años ha colocado en una situación muy comprometida a un elevado porcentaje de familias españolas para las que pagar una renta supone un golpe a sus ingresos brutos mensuales. En España, casi el 40% de los hogares arrendatarios se encuentran en un escenario de sobresfuerzo, el porcentaje más alto de todas las grandes economías de la Unión Europea, frente al 17,5% de Francia y Alemania, el 28% de Italia o el 27% promedio de los Veintisiete.

Según el estudio El mercado del alquiler de vivienda residencial en España: evolución reciente, determinantes e indicadores de esfuerzo, publicado este miércoles por el Banco de España, la evolución del mercado en el país ha disparado el número de hogares en sobresfuerzo, entendiendo como tal cuando destinan más del 40% de su renta bruta disponible mensual al gasto en vivienda. Los datos para el promedio del periodo 2015-2023 indican que un 23,5% de los hogares en alquiler de mercado en la UE se encontraban en dicha situación y España está en el grupo de cabeza junto a otros como Países Bajos, Grecia, Rumanía o Hungría, que superan el 40% de hogares arrendatarios con sobresfuerzo.

Las situaciones de sobresfuerzo en el mercado del alquiler de vivienda se concentran en áreas urbanas y turísticas y en los colectivos con menores ingresos y las de vulnerabilidad social emergen, de modo particular, entre aquellos arrendatarios que se encuentran en una situación de riesgo de pobreza o exclusión. "Las cuantías que deben abonar suponen que, para una significativa proporción de los hogares con reducidos ingresos, el consumo se encuentra restringido por el gasto en vivienda", señala el informe del Banco de España.

Además, entre el colectivo de los hogares arrendatarios se observa una elevada proporción de la población que se encuentra en situaciones de vulnerabilidad social. "Así, en el periodo 2015-2023, alrededor de un 45% de la población que residía en viviendas de alquiler a precio de mercado se encontraba en riesgo de pobreza o de exclusión social". Esta proporción es la más elevada en el conjunto de las economías europeas, situándose un 13% por encima del promedio de la UE.

El Banco de España señala que estas situaciones de sobresfuerzo dificultan la emancipación de los jóvenes y su capacidad de acumulación de capital humano, disminuyen la movilidad geográfica de los trabajadores, y dan lugar a situaciones tanto de sobresfuerzo y consumo restringido como de pobreza y exclusión social entre los hogares con menores ingresos.

Ante estas consecuencias, el supervisor sugiere la intervención pública como una de las vías de actuación. "Un elevado esfuerzo asociado al alquiler de vivienda puede dar lugar a efectos económicos y sociales adversos que justifican la intervención pública", recoge entre sus conclusiones.

Retraso en la emancipación

Sobre la emancipación, el Banco de España pone énfasis en el "progresivo retraso en la edad de emancipación de las cohortes más jóvenes, que son las que disponen de menores ingresos y capacidad de ahorro para hacer frente al acceso a una vivienda".

De ese modo, a pesar del sustancial incremento de hogares jóvenes en alquiler desde 2008, el porcentaje de personas entre 18 y 34 años que residían con sus padres se ha incrementado también en 13 puntos porcentuales desde 2008, hasta alcanzar el 66% en 2022.

"Si bien esta ratio se encuentra cercana a los niveles de economías que tienden a presentar menores tasas de emancipación entre los jóvenes, como Grecia (71,9%), Portugal (70,7%), Italia (69,4%) o Irlanda (64,1%), el aumento experimentado en España es el mayor entre las grandes economías europeas" y contrasta con el avance del 2" en la UE, cuya ratio se sitúa cerca del 50%.

En un contexto de progresivo retraso en la edad de emancipación en España, la residencia en viviendas de alquiler a precios de mercado alcanzó el 33,7% en 2022 entre el colectivo de jóvenes emancipados, por encima de la ratio promedio de Los Veintisiete (28,9%), si bien aún está por debajo de Alemania (71%) o Francia (36,9%).

Por otro lado, entre los jóvenes emancipados en España destaca el peso relativo de las viviendas cedidas de manera gratuita, cuya ratio casi duplica a la del promedio de la UE (12,3%, frente al 6,5% en 2022). "Este hecho reflejaría la relevancia de la capacidad económica familiar en España como determinante de las posibilidades de emancipación de los jóvenes que residen en hogares con patrimonio inmobiliario", señala el estudio.

Conclusiones

Según el supervisor bancario, las dinámicas de precios observadas en el mercado del alquiler español son el resultado de un crecimiento de la demanda superior al de la oferta, "que aumenta a un ritmo insuficiente".

Entre los principales factores que soportan el aumento de la demanda, el regulador señala el dinamismo demográfico y la concentración de la población en las grandes áreas urbanas. Además, señala que se ha producido desde 2008 un desplazamiento de parte de la demanda residencial al mercado del alquiler en un contexto de prudencia de las entidades financieras en la concesión de crédito hipotecario.

En cuanto a la escasez de oferta, el banco destaca que el stock en manos de particulares ha crecido "de manera sustancial" en la última década y, a pesar de ello, "este aumento de la oferta se ha visto limitado ante el auge de usos alternativos de la vivienda (alquileres turísticos, de habitaciones y de temporada), el reducido parque de alquiler social y el escaso dinamismo de la inversión del sector privado institucional en el mercado del alquiler residencial".

A la hora de plantear soluciones, el Banco de España considera "difícil" vislumbrar que actuaciones aisladas de corto plazo "puedan tener el alcance suficiente como para reducir de forma significativa las actuales dificultades de acceso a la vivienda". Por contra, sugiere y considera "deseable" que las medidas adoptadas contemplen un horizonte temporal amplio, "involucren a las distintas administraciones públicas con responsabilidades en materia de vivienda" y pongan un foco especial en el estímulo de la oferta de vivienda.

"En este ámbito, la actual rigidez de la oferta de alquiler indicaría la necesidad de continuar avanzando en el incremento del parque de vivienda pública en alquiler a precios asequibles y en el diseño de un marco regulatorio que estimule la oferta de alquiler residencial por parte de los particulares y de agentes profesionalizados", aunque no señala en qué dirección debería orientarse dicho marco regulatorio.